domingo, 22 de octubre de 2017

PURK, EL HOMBRE DE PIEDRA: LOS DESPRECIADOS, PÁGINA 8, por Manuel Gago



Sin tener en cuenta la presente, nos hallamos a tan sólo dos páginas del final. Mientras esperamos la llegada del desenlace de esta historia, Purk, nuestro héroe de la época de las cavernas, seguirá luchando contra el crimen y las incontables injusticias causadas por las fuerzas del mal.

Encerrado junto a otros despreciados en el interior de aquellos oscuros túneles, mientras se dirigía hacia el lugar donde daría comienzo su castigo, se cruza con Sura, una mujer que es esclavizada indignamente bajo estricta orden de Amur. Sentada en el suelo en una apartada orilla, a Sura se le prohíbe cualquier tipo de contacto con cualquiera de los demás esclavos, mientras que al resto también se le ordena que, ni siquiera, la miren a la cara, mandato que Purk decide incumplir a sabiendas que el castigo que se le puede llegar a imponer puede ser terrible, mucho mayor del ya impuesto, aunque parece no preocuparle demasiado. Aplaudido por el resto de sus compañeros de encierro, el Hombre de Piedra llegará hasta los orígenes de aquel cruel castigo para liberar a esa mujer de las garras de Amur.



jueves, 5 de octubre de 2017

LOS MENDRUGOS, PÁGINA 481, por Juan Álvarez y Jorge G.



La muestra de originales de esta semana nos traslada hasta Murcia, mi querida tierra. De allí son y allí transcurren las peripecias protagonizadas por estos cuatro universitarios de pacotilla que se hacen llamar Los Mendrugos.

Precisamente de esta tierra son también los dos cerebros creadores de esta simpática serie (Juan Álvarez y Jorge Gómez), publicada en la revista “El Jueves” alcanzando un total de 693 entregas. Tras muchos años en activo (1990-2003), Los Mendrugos cedieron el testigo a Lucía, una exuberante y pelirroja sexóloga que, con sus conocimientos sobre la materia y sus armas de mujer, se ocupó de llenar el vacío existente tras la marcha definitiva de estos estudiantes.

El desarrollo de la presente historieta desemboca en un inesperado final que se va hilando mediante un divertido juego de palabras repartido entre sus distintas viñetas. No desvelo nada más. Aquí os dejo con la página en cuestión para que la deleitéis a conciencia y admiréis este artesanal y espléndido trabajo que lleva realizando el tándem Álvarez-Gómez a lo largo de más de 30 años (y los que quedan). Sin más dilación… ¡Los Mendrugos!