sábado, 24 de febrero de 2018

UN PAR DE CHISTES, por Kito



Ya que nos encontramos revisando la obra de este autor de raíces murcianas, sigamos exponiendo diversas muestras de su divertido trabajo. En esta ocasión, se trata de dos chistes de reducido tamaño, obra de Francisco Pérez Espinosa, alias Kito, de los que desprende cierto aroma al Ibáñez de la época.

En el primer chiste vemos a un policía urbano multando a un señor por no cumplir la norma que prohibía fijar carteles. Estaría completamente de acuerdo con el gendarme si no fuera por un pequeño detalle: el denunciado era la misma persona que había fijado aquel cartel en la pared. Bueno, siendo un poco más comprensivo, también se me ocurre que el policía podía ser Kito disfrazado y que estuviera haciéndole un dibujo a un fan. Todo es posible, ¿no?

Y con un segundo chiste, obra también de Kito, ponemos punto y seguido al presente capítulo dedicado a este dibujante nacido en un pueblo vecino y cuya firma fue confundida, debido a una información extendida muy mal contrastada, con un supuesto seudónimo de Ibáñez. Por suerte, el propio Kito desmintió este rumor que estuvo circulando por Internet durante bastante tiempo y al que muchos daban más credibilidad que al Padre Nuestro. Polémicas aparte, y centrándonos en el chiste que nos ocupa, vemos que en esta ocasión es la muerte, abrazada a un espantado paciente, la protagonista de esta divertida situación. 



domingo, 18 de febrero de 2018

MANITO, por Kito



El personaje presentado esta semana se llama Manito y, por su apariencia, diremos que debe tratarse del hermano gemelo de Furgensio. Para quien no tenga el placer de conocer a este mejicano de enorme nariz y no menos voluminoso sombrero, anotaré que Furgensio fue un personaje creado por Ibáñez para la revista “La Risa” a finales de los cincuenta. Sus aventuras se desarrollaron, sin mediar palabra, en formato de tira cómica, al igual que ocurre con Manito.

Tras la marcha de Ibáñez a Bruguera, todos sus personajes creados para Marco (editorial para la que trabajó durante algunos años) tuvieron que quedarse en casa a pesar de que eran suyos, pues los derechos de publicación que recaían sobre los mismos eran propiedad de la editorial. Por lo tanto, muchos de ellos fueron continuados por otros dibujantes que los acogieron con los brazos abiertos. Esto mismo debió ocurrir con Furgensio, aunque, ya en las manos de Kito, se rebautizó con el nombre de Manito. Esta tira fue dibujada en 1960, según consta junto a la firma del autor.