domingo, 29 de abril de 2012

¡MAMÁ, HAY UN GUSANITO EN MI MANZANA…!


Curioso y extraño dibujo el de esta semana (por lo menos, desde mi punto de vista). El protagonista principal (y absoluto), lejos de ser cualquier ciudadano de a pie, cualquier príncipe valiente o cualquier mequetrefe de los tantos que circulan por ahí, es aquí un terrible y hambriento gusano deseoso por engullir carne humana.

En esta ocasión, los seres humanos nos conformaremos con ser meros secundarios y pasto de mis más horribles ocurrencias. Dicen que la imaginación no tiene límites, y eso queda latente en la ilustración de esta semana, cargada de surrealismo, huesos de chavales y violencia.

A la vista está de que no me gusta repetirme (ni plagiarme a mí mismo), por eso intento que cada nuevo dibujo sea totalmente distinto a todo lo anteriormente realizado. Sé que llegará un día (si vivo para contarlo) en que esto ya no podrá ser así. Ojala tuviese mecha suficiente como para no tener que realizar ideas que se parezcan unas a otras, pero eso es algo que sólo el tiempo puede decirlo. Yo pondré de mi parte y exprimiré la sesera todo lo que se pueda para que, todos los que sigáis este blog asiduamente (que cada vez sois más), quedéis contentos con el material que os muestro semana tras semana, para que sigáis siendo fieles seguidores y no deis lugar a marcharos a la competencia.

Comentando por encima el dibujo de hoy, diré que esta es mi segunda incursión en el género gore o splatter, es decir, violencia a manta y tripas por doquier (la primera fue ésta: http://elblogdejuanantonioros.blogspot.com.es/2011/11/venancio-y-marcelino-huyen-de-un.html), aunque todavía visto desde un punto de vista más familiar. Este dibujo lo realicé ya hace algún tiempo (en diciembre de 2011); posiblemente, si lo hubiese hecho hoy, sería mucho más bestia y descabellado. Esto es algo que ya lo vengo advirtiendo desde entradas anteriores para que luego no pille a nadie desprevenido. Mis dibujos se van alejando poco a poco del público infantil y se van centrando cada vez más en un público más adulto, eso sí, sin llegar a la obscenidad (por lo menos, de momento).

Así pues, al igual que al gusanillo, que os siente bien…


sábado, 28 de abril de 2012

Y YO CON ESOS PELOS…, de Peñarroya


Nuevo autor de peso que se suma a la cada vez más extensa lista de dibujantes, cuyas obras originales, forman parte de mi colección. El dibujo mostrado esta semana es un chiste suelto que desconozco dónde y cuándo pudo ser publicado, pero que, gracias a las manos de su autor (Peñarroya), se le otorga un valor incalculable. El guión de la ilustración figura escrito a lápiz por su propio autor al final de la lámina y, para mi sorpresa, por la parte trasera del papel, viene una muestra de color de cómo debería quedar el dibujo una vez acabado, posiblemente, también realizada por el propio Peñarroya.




José Peñarroya Peñarroya (Peñarroya) nació en Forcall (Castellón), en 1910, pero su familia se trasladó a Barcelona cuando él contada con dos años de edad.

Fue combatiente en el ejército republicano durante la Guerra Civil española y, una vez acabada la guerra, trabajó como contable en una destilería. Sus inicios como dibujante fueron en los estudios de animación Chamartín, donde ayudó a la realización de siete cortometrajes de un personaje llamado Don Cleque.

En 1947, ficha por Bruguera y, ese mismo año, crea uno de sus más míticos personajes: Don Pío, junto a otros que enseguida le sucederían: Calixto (también de 1947), otro mítico: Gordito Relleno (de 1948), y Don Berrinche (también de 1948). Sus personajes vieron la luz en revistas de la editorial como “Pulgarcito” y “El DDT”.

En 1957, se asoció con Cifré, Escobar, Conti y Giner, y crearon su propia empresa: D.E.R. (Dibujantes Españoles Reunidos), fruto de la cual, nació la revista “Tío Vivo”. Como los derechos de sus personajes eran propiedad de Bruguera, Peñarroya se ve obligado a idear otros nuevos, entre los cuales, los más emblemáticos fueron La familia Pi (de 1957), serie que se asemejaba bastante a Don Pío.

Pero el proyecto no cuajó del todo, y los cinco dibujantes se vieron obligados a regresar a la casa patria: Bruguera. A su vuelta, Peñarroya creó varias series nuevas, entre ellas: Floripondia Piripí (de 1958), Pepe, el hincha (de 1962), Pitagorín (de 1966), y Rudesindo el bucanero (de 1966).

Junto a su colega Cifré, fue durante mucho tiempo el encargado de elaborar la mayoría de las portadas de las revistas de Bruguera hasta bien entrados los años sesenta.

Peñarroya falleció en Barcelona en 1975.


 Chiste original salido de la mano del genial Peñarroya.

 Muestra de color realizada por la parte trasera de la lámina.

domingo, 22 de abril de 2012

LOS ESCARMIENTOS DE DRÁCULA


Después de los terroríficos clásicos La hija de Drácula (1936), La mansión de Drácula (1945), Las cicatrices de Drácula (1970), El gran amor del Conde Drácula (1972) o Los ritos satánicos de Drácula (1973), y de las inéditas Las almorranas de Drácula (no estrenada en cines), La hija “putativa” de Drácula (censurada por su título), Los tórridos romances de Drácula o “Sabo” en la boca de Drácula (ambas clasificadas X), llega a la gran pantalla: Los escarmientos de Drácula (2011), dirigida por Tod Brownie y protagonizada por Bela Vigosi y Deguai Frye, probablemente, bisnietos o tataranietos de los protagonistas de mítica Drácula, rodada en 1931.

Para quienes no hayáis visto la citada película de 1931 (altamente recomendable), dejadme que os sople unas cuantas curiosidades acerca de la misma:

  • El actor que, en principio, iba dar vida al famoso conde era Lon Chaney, pero falleció a causa de un cáncer. Por lo cual, fue sustituido por Bela Lugosi.

  • No era la primera vez que este actor de origen rumano se metía en la piel de Drácula, pues ya lo había interpretado en 1927 en una obra teatral.

  • Se rodó otra película con el mismo nombre y en el mismo año, pero esta vez en castellano. Con director y actores totalmente distintos, ambas se rodaron simultáneamente, aprovechando los decorados de la primera, lo cual, abarató muchísimo su presupuesto. Pero, para sorpresa de todos, esta segunda adaptación fue técnicamente superior a su antecesora.

  • La película Drácula se puede considerar como una precuela de la novela de Bram Stoker, y tuvo una continuación: La hija de Drácula, rodada en 1936.

  • El productor del film en castellano (Paul Kohner) y una de las actrices (Lupita Tovar) se casaron en 1933. Sus nietos son Chris Weitz y Paul Weitz, directores de American Pie, De vuelta a la tierra y Un niño grande. Ya en solitario, Chris ha dirigido La brújula dorada o Luna nueva, de la saga Crepúsculo.

  • El actor Carlos Villarías (Drácula en la versión en castellano), era el único miembro de todo el equipo que podía ver lo que ya se había rodado, con la intención de que su interpretación fuese lo más calcada posible a la de Lugosi en el otro Drácula, película que no llegó a estrenarse en cines de habla hispana.

Basta decir que el argumento de ambas producciones es el mismo: Renfield realiza un viaje de negocios a Transilvania, lugar donde conoce al conde Drácula. Allí es convertido en vampiro por el propio conde y ambos viajan a Londres (Inglaterra). Drácula se enamora de Eva, quien hará lo posible por conquistarla, pero allí se topará con Van Helsing, quien se encarga de estudiar la extraña enfermedad de Renfield (su sed de sangre y pasión por las ratas y las moscas). A raíz de este estudio, Helsing descubre que el conde es un vampiro y es entonces cuando decide ir a por él.       

Matizar que ésta es la segunda ocasión que parodio esta película, aunque para todos vosotros sea la primera, pues la primera ilustración de la misma todavía permanece inédita en mis archivos, pese a estar realizada a finales de 2010. ¿El motivo?: Un gran misterio que ya desvelaré…

En mi ilustración, el gran conde debe ser algo tacaño y eso de llevar una linterna en el bolsillo lo verá como costumbre de gente adinerada. Lo de encender la luz en mitad de la noche tampoco es buena idea porque sus víctimas quebrarían el sueño y le pillarían con las manos en la masa. Así pues, no le queda más remedio que colarse en los hogares de humildes ciudadanos, caminar por sus pasillos y alcanzar a sus placenteras víctimas sin ver ni torta. Así pasan las cosas…

P.D.: Los nombres que he utilizado para el director y los actores de Los escarmientos de Drácula, son en realidad los verdaderos nombres de los actores y director de Drácula, pero adaptados a mi manera. Así pues, el director Tod Browning pasa a llamarse Tod Brownie, y los protagonistas Bela Lugosi y Dwight Frye, pasan a ser Bela Vigosi y Deguai Frye.


sábado, 21 de abril de 2012

DEDICATORIA DE IBÁÑEZ: AUTO CARICATURA


En la sección de originales de esta semana, tal y como comenté en la anterior entrada perteneciente a este mismo apartado, expongo la segunda de las dedicatorias que Ibáñez me plasmó durante mi visita (fugaz) a Córdoba. Si estáis interesados en conocer cómo se inició este viaje, y aún no habéis tenido oportunidad de saberlo, sólo tenéis que pinchar aquí: http://elblogdejuanantonioros.blogspot.com.es/2012/04/dedicatoria-de-ibanez-mortadelo.html

El Mortadelo dibujado en la anterior dedicatoria fue decisión del propio Ibáñez, pero su auto caricatura expuesta esta semana fue por sugerencia mía. El maestro accedió a cumplir mi petición sin rechistar, sustituyendo el típico cigarrillo en la oreja por su herramienta más tradicional: el lápiz.

Un bonito dibujo que guardo con mucho cariño y que está dedicado a Lorena, mi mujer, que no pudo acudir al evento por motivos de trabajo. A la próxima, tal vez…



domingo, 15 de abril de 2012

FRANCISCO IBÁÑEZ (EL DE MORTADELO Y FILEMÓN): 60 AÑOS DE PROFESIÓN (1952-2012)


Tal y como reza el título (con coletilla incluida), este año 2012 se celebran los 60 años de carrera del más grande historietista que ha dado este país: Francisco Ibáñez. ¿Qué no sabéis a quién me refiero? ¡Anda, anda!, pinchad aquí y poneos al día:

Aunque Ibáñez publicó su primer dibujo a una muy temprana edad (7 años) en la revista “Chicos”, no sería hasta 1952 (con 16 años) cuando empezara a publicar de forma continuada sus primeras historietas, tiras cómicas y chistes. Aquella revista que le brindó la primera oportunidad a un joven Ibáñez se llamaba “Nicolás”, de Ediciones Cliper. Allí publicó sus primeras y breves historietas, las cuales, llevaban por título: Mucho ruido y pocas nueces (publicada en el número 95 de la citada revista), ¡Ah, esos inquilinos…! (publicada en el número 97), Parece increíble pero… (en el número 98) y Cuando el de atrás es listo… (en el número 99).

Al año siguiente (1953), publicó una serie de tiras cómicas en el suplemento “La hora del recreo”, del diario “El Levante”, tituladas Haciendo el indio. En diciembre de ese mismo año, publica su primera historieta en el número 43 de la revista “La Risa”, de Editorial Marco, titulada: El empleíto, aunque no fue hasta dos años más tarde (1955), cuando Ibáñez pasara a formar parte de la plantilla de dicha editorial. En “La Risa”, se vieron series suyas como: Don Usura, Haciendo el indio, Kokolo, La familia Repollino,  etc. Poco después, empezó a publicar para otra revista de Marco: “Hipo, Monito y Fifí”. Para esta otra publicación, creó las series: Melenas, Dresón, Demetrio el “gendarme”, El mosquito Pérez, etc.

Pero, además de publicar para estas dos revistas de Editorial Marco, Ibáñez también publicó en: “Chicolino”, de Editorial Símbolo (sobre 1953-1954), “Alex”, también de Símbolo (en 1955), “Paseo infantil”, de Ediciones Generales (en 1956) y en “El Barbas” (posiblemente en 1957). En el verano de ese mismo año, Editorial Bruguera acoge a ese joven Ibáñez (21 años) que iba dando saltos de editorial en editorial. Así pues, y después de trabajar siempre para pequeñas empresas, fichó por la editorial más importante de toda nuestra geografía.

En esta nueva casa empezó publicando para la revista “Can Can”, donde creó chistes sueltos, historietas sin personajes fijos y pequeños dibujos con el único fin de tapar huecos. Pero la maestría y, sobre todo, el ingenio de Ibáñez hicieron que este jovenzuelo se fuera abriendo camino en esta nueva editorial, publicando páginas y más páginas y alcanzando la cima más alta que se pueda imaginar. ¿Y cómo pudo llegar hasta allí? Dejemos que sea el propio Ibáñez el que responda a esta pregunta: “A veces me preguntan por mis memorias. ¡Por favor! Mis memorias caben en dos líneas: Ibáñez fue un gilipollas que trabajó, trabajó y trabajó”.

Así pues, 60 años después, con algunos años más y menos pelo, F. Ibáñez continúa al pie del cañón publicando la friolera de tres aventuras largas de Mortadelo y Filemón al año, más alguna portada o portadilla para ciertas recopilaciones o álbumes especiales.

Su intención (a sus 76 añitos) es la de seguir mientras que el cuerpo aguante, viendo muy de lejos eso que llaman jubilación y de la que no quiere (o no queremos) oír hablar.
Por eso, desde aquí quiero rendir mi particular homenaje al maestro de maestros, del cual, he aprendido todo cuánto sé y, sin él, probablemente, no haya sido un adicto a los cómics como soy, ni me apasionaría tanto la historieta como me apasiona.

¡Por muchos años, maestro!

Para celebrar este especial aniversario, quise elaborar un dibujo que englobara la totalidad de la carrera de Ibáñez, y qué mejor que uno que incluya a casi todos sus personajes (no digo todos porque, en primer lugar, ya no me cogía ni un alfiler en la página; y segundo, porque Ibáñez ha creado a tantos personajes que ni siquiera él sería capaz de recordarlos a todos). Un dibujo que me costó sudores, pero que, dos semanas y media después, ya tenía listo para ser publicado.

Mi intención, desde un principio, era que el propio Ibáñez escribiera una dedicatoria con su puño y letra en la bandera que porta él mismo. Pero, por diversas razones (fue cancelada la sesión de firmas que había organizada para mi ciudad), el maestro no ha podido procesar mi petición, así que opté por ponerle una dedicatoria yo mismo con el fin de cubrir el hueco.

Si esta hubiese sido mi idea desde un principio, en lugar de dibujar a Ibáñez portando la bandera, me hubiese dibujado a mí, pero esto son cosas que pasan y contra estos imprevistos no se puede hacer nada. Aún así, si algún día consigo que Ibáñez me dedique el dibujo, lo volveré a publicar en mi blog, aunque no venga a cuento con la estrada de esa semana.

Aclarado esto, espero que disfrutéis rodeados de esta gran familia. 


 Cabeza de indio Sioux (Halcón Veloz), publicada en la revista "Chicos" en 1947.

Primera historieta publicada de F. Ibáñez. Revista "Nicolás", número 95.

Segunda historieta publicada. "Nicolás", número 97.

Tercera historieta. "Nicolás", número 98.

Cuarta historieta. "Nicolás", número 99.

 Primera historieta publicada en la revista "La Risa" en el número 43, en 1953.

Mi homenaje a Ibáñez.






sábado, 14 de abril de 2012

DEDICATORIA DE IBÁÑEZ: MORTADELO


Ese día vi cumplido mi gran sueño. No me importó recorrer casi 500 Km. para ello. Ansiaba porque llegara aquel momento y no podía dejar escapar la oportunidad.

El 23 de octubre de 2010, se celebraba una sesión de firmas de Ibáñez en Córdoba y no podía faltar a la cita; sí o sí. En el mes de julio de ese mismo año, hubo otra firma en Alicante, de la cual, me enteré justo a la semana siguiente. Yo vivo en Murcia, así que esta hubiese sido la ocasión perfecta para conocer al maestro en persona. Para más INRI, ese fin de semana me encontraba veraneando en Benidorm, a dos pasos de allí, como aquel que dice. Pero no pudo ser.

Mi disgusto fue fatal, y me prometí a mí mismo que iría a la siguiente firma de Ibáñez sin importarme el lugar donde se celebrase. Entonces se anunció lo de Córdoba y, aunque me pillaba en la otra parte del mundo, no había nada ni nadie que pudiera impedirme acudir a aquella cita.

Y así fue. Llegó el esperado día y por Córdoba aparecí. Por allí me vieron a las 13:00 horas, aunque la sesión de firmas no empezaría hasta las 18:00 horas. Pues nada, a comer toca y a hacer un poco de turismo.

A las 16:00 horas ya estaba en la cola (bueno, si se le puede llamar así, porque no había nadie). Al poco de plantarme allí, empezó a llegar gente y a situarse a mis espaldas. La cola era cada vez mayor, atravesaba todo un pasillo y salía por una puerta que daba a la calle, avanzaba por la acera y volvía la esquina.

A la hora prevista, el maestro hizo acto de presencia en la sala y, tras conceder una breve entrevista para un periódico local, el público lo recibió con aplausos y ovaciones. Y llegó el gran momento, y allí estaba yo para inaugurarlo.

Como fruto de aquel (breve) encuentro, me llevé un par de dibujos dedicados (el que ahora expongo y otro que mostraré la semana que viene), una dedicatoria que me hizo en un dibujo mío, el cual, ya mostré en esta entrada:
http://elblogdejuanantonioros.blogspot.com.es/2011/04/un-fan-algo-despistadillo.html, y una buena amistad que ha ido creciendo con el paso del tiempo y que perdura hasta hoy.

Cuántas cosas le debo a aquel día; llegué a casa a las 00:30 horas con el cuerpo molido, pero puedo asegurar que mereció la pena. 


 Fotografía tomada en pleno viaje. Cuántos kilómetros nos quedaban todavía...

 Poco a poco íbamos aproximándonos a nuestro destino.

 ¡Y por fín, tierra firme! Ahora tocaba localizar el centro comercial.

Al acceder a aquellos grandes almacenes, lo primero que pregunté era que dónde estaba el baño. Después, ya hubo tiempo de interesarse dónde habían instalado el famoso stand.

 Ibáñez (todo serio) hablando con una periodista, y yo ahí, justo al lado, empapándome de todo.

Mortadelo y Filemón no quisieron perderse aquel acto tan especial. ¿Llegarían a pie desde Barcelona? Lo digo por las deportivas...
 
Ibáñez agradeciendo la ovación de sus fans. A su lado, Filemón haciéndole un poco la pelota, quizás querría algún aumento de sueldo...

 El maestro posando con sus dos criaturas.

Y aquí, en plena acción.

 ¡Qué velocidad y qué dominio del rotulador! Eso es destreza y lo demás son habas cocidas...

 Y, por fin, la dedicatoria de Ibáñez a un servidor.

domingo, 8 de abril de 2012

EPI Y BLAS: PARENTAL ADVISORY EXPLICIT CONTENT


Llevo hablando de este dibujo desde el momento en que lo acabé (hace ya unos 4 meses). Tras homenajear a los entrañables Picapiedra hace unas semanas, tenía que hacer lo propio con otra de mis series favoritas de cuando era niño: Barrio Sésamo. Para este nuevo dibujo, podía haber escogido a Espinete, Triqui (el monstruo de las galletas), Coco, la rana Gustavo o cualquier otro de los que por allí pululaban, pero fueron Epi y Blas los selectamente escogidos.

Ya lleva tiempo circulando por ahí la noticia sobre su presunta homosexualidad: que si viven juntos en la misma casa, que si duermen en la misma habitación, que si comparten esto o lo otro… Aunque cada uno puede pensar lo que quiera, todos estos comentarios que salieron en su día, y que tachaban a Epi y Blas de ser homosexuales, me parecen una verdadera atrocidad. ¿Cómo se puede ver el mundo con esos ojos? ¿A quién se le puede ocurrir que dos personajes infantiles (como son éstos) tengan una vida sentimental (y, sobre todo, sexual) tan ajetreada y compartida? Con el tiempo estos rumores se fueron desvaneciendo, pero la mancha sobre la pareja quedó impregnada de por vida.

Pues bien, aunque no esté muy de acuerdo con estas teorías conspiranoicas, por un momento, me pongo del lado de los detractores y del defensor del menor e ideo una ilustración en la que demuestro eso que tanta gente asegura: la supuesta homosexualidad de los personajes o, de al menos, uno de ellos. Lejos de crear una viñeta no apta e, incluso, censurable, me decanté por una más propia para todos los públicos (aunque su argumento no sea tal), con la cual, espero no escandalizar a nadie; sólo despertar una sonrisa.

Al igual que ocurrió con mi dibujo de Los Picapiedra, aquí también opté por adaptar a estos personajes con la misma apariencia que los hemos conocido siempre. Pienso que estos dos, con rasgos y vestiduras distintos, ya no serían Epi y Blas, sino fulanito y menganito, flaquito y regordito, o Benito y su amigo el del pito (este nombre hubiese sido el más apropiado para esta ilustración). En fin, que Epi y Blas siempre serán Epi y Blas, por muchos años que pasen.

Blas pone el grito en el cielo cuando lee aquella noticia en la prensa, mientras que su compañero de piso tontea con ese otro señor que se asoma a través de la ventana. Todo apunta a que es un amor a primera vista, aunque habría que esperar a ver la reacción del amigo Blas ante una sorpresa de ese calibre.

El humor más sarcástico y, sobre todo, mucha mala baba, están cada vez más presentes en mis ilustraciones, las cuales, se van alejando poco a poco de ese tono infantil que las rodeaba y se van dirigiendo, cada vez más, a un público más adulto. Supongo que esto será debido a eso que llaman: “evolución del dibujante”. Espero que podáis perdonarme.

Abur.




sábado, 7 de abril de 2012

PÁGINA DEL OESTE, de J. Pujol


En la sección de originales de esta semana, le toca el turno a una página que he adquirido recientemente. Lamentablemente, de su autor no puedo decir nada más que un par de pinceladas, pues, por más que he buscado información y referencias sobre él, poco o nada he podido localizar.

J. Pujol (Juan Pujol Mesalles) dibujó cómics de género bélico y del oeste para editoriales extranjeras, probablemente, inglesas. En nuestro país, publicó historietas de tema erótico, al parecer, sobre los años setenta.

Se desconoce su fecha de nacimiento, aunque se han encontrado dibujos suyos de su época de estudiante fechados en los años treinta. Posiblemente residiera en Barcelona, aunque hay datos de que también pudo vivir en Tarragona, al menos, durante sus últimos años. Pero ya digo que estos datos no son del todo fiables. No existe (o por lo menos, yo no la he encontrado) una biografía que nos hable de este peculiar autor, que tan buenos dibujos realizó y que creó páginas tan bonitas como la que expongo aquí esta semana.

Quisiera hacer un llamamiento por si alguien conoce alguna información o algún dato biográfico acerca de J. Pujol para que me lo haga saber, así podría completar un poco más su biografía, conocer dónde y qué ha publicado o, en su caso, rectificar algún posible error que haya podido cometer al redactar estas letras.

Gracias de antemano.



domingo, 1 de abril de 2012

EL BLOG DE JUAN A. ROS CELEBRA SU PRIMER ANIVERSARIO


Pues sí, estimados amigos, seguidores y detractores (hay de todo en la viña del Señor); este humilde blog cumple 1 añito. A lo largo de este primer año de vida, os habré narrado cientos de experiencias, alguna que otra tragedia y doscientas mil tonterías que se me pasaban por la cabeza en ese momento. He procurado estar aquí semana tras semana, aunque a veces (muchas) haya tenido que robar horas de sueño para poder cumplir con mi promesa.

Cada semana era (y es) un mundo. Unas veces te sientas frente al ordenador, ves el dibujo que toca publicar esa semana y empiezas a redactar como un loco; brotan ideas por los cuatro costados. Otras veces, en cambio, te sientas, te acomodas, te pones un cojín debajo del culillo para estar más a gusto, te pones un cubatita a mano, cierras la puerta del estudio para que no se oiga una mosca, si hace calor pones el aire acondicionado, si hace frío la calefacción; pero la idea, que es el eje de todo este tinglado, no viene. Escribes tres palabras, y como no gusta cómo quedan, ¡las borras! Escribes dos palabras, ¡y las borras! Escribes una palabra, ¡y la borras! No escribes nada, ¡y borras igualmente! (por inercia). Así que, en momentos como ése, es mejor aparcar todo y dedicarte a matar moscas con un tirachinas.

Parece que fue ayer mismo cuando empecé escribiendo aquella introducción en la que relataba todo cuanto estaba por venir. ¡Cómo se pasa el tiempo! Cuando inicié esta aventura, no sabía por cuanto tiempo iba a poder continuarla. Cierto es que, por aquel entonces, tenía acabados unos cinco o seis dibujos, y eso me daba (y garantizaba) para unas cinco o seis nuevas entradas, y las ganas de crear otros nuevos eran desbordantes.

Pero todo, en sus inicios, es apabullante. Todo se coge con mucho ánimo y esperanza, pero con el transcurso del tiempo es difícil mantener estas constantes. Así que me dije: “Bueno, vamos a intentarlo, si la cosa funciona, estupendo; si no, recojo todo el equipaje y me marcho por dónde he venido”.

Desde un principio, mi propósito era publicar un nuevo dibujo cada semana, todo un desafío que creía que no iba a poder superar. A las malas (pensé), si no puedo hacerlo semanalmente, pues iré publicando cada quince días, o cada mes, según. Lo que no quería era que bajara la calidad de mis dibujos. Claro que puedo elaborar una página diaria, incluso dos, pero… ¿con qué resultados? Pretendo que el acabado final de mis obras guste a todo el mundo, y que, todo el que los vea, diga: “Mira, se nota que se ha esforzado mucho aquí y que le ha dedicado muchas horas. ¡Me gusta!”. Y no que piensen esto otro: “¡Vaya birria de dibujo! ¿Lo habrá realizado con la luz apagada, o habrá contratado a un mono para que trabaje por él?”.

Trabajo de sol a sol (como aquel que dice), y el tiempo para dedicarme al dibujo tengo que buscarlo con lupa (o mejor, con microscopio). Éste era mi principal problema y el que más quebraderos de cabeza me daba sobre si podría aguantar aquel ritmo o no.

Pero aquí estoy, un año después, vivito y coleando. No sólo he conseguido hacerle frente a todos estos problemas, sino que siento más fuerzas y motivaciones que el primer día. ¡Ah!, y a día de hoy, tengo en mis archivos diecinueve nuevos dibujos pendientes de publicar (y los que vienen).

Incluso, con el paso del tiempo, he ampliado las categorías del blog, añadiendo una nueva sección en la que voy exponiendo, con periodicidad semanal, mi pequeña colección de páginas originales de autores de prestigio.

El número de personas que se van interesando por este diminuto sitio en la red es cada vez mayor (y de todos los rincones del planeta), por lo que mi esfuerzo y dedicación al mismo también he tenido que incrementarlos.

Quiero dar las gracias a todos los que me habéis apoyado desde el principio, a todos los que me visitáis (bien de vez en cuando o asiduamente), y a todos los que me dais vuestra opinión, consejo o advertencia. Gracias por vuestro apoyo, sin él, posiblemente, no hubiese tenido fuerzas para seguir adelante con este proyecto que tantas y tantas horas necesita para que sea una realidad.

Un millón de gracias.

Comentando por encima la ilustración que hice expresamente para este primer aniversario, vemos una caricatura de mí mismo en primer plano, golpeándome la cabeza ya a la desesperada en busca de ese ansiada idea que se hacía de rogar. Justo a mis espaldas, y asomadas por la puerta con cierto recelo, mi señora esposa y mi señora madre, sorprendidas de ver las reacciones de ese pintacacas que tienen en casa. Simplemente añadir que ésta fue la idea que más me gusto de las varias que tenía sobre la mesa, tal vez no sea la más ingeniosa, pero sí la más realista.

¡Nos vemos en el segundo aniversario! (que está a la vuelta de la esquina).

P.D.: Como colofón final a esta particular celebración, he decidido abrir las puertas de mi estudio para que conozcáis un poco el lugar dónde trabajo (sin ver un céntimo, que quede claro).

También aprovecho la ocasión para mostraros un boceto a lápiz de lo que luego será el dibujo definitivo. Previamente, ya escribí y maticé el guión en un papel aparte, antes de empezar a abocetar en la lámina. Cada dibujante tiene su propio método de trabajo. Yo, una vez acabado el dibujo a lápiz, entinto sobre éste, dejo secar, y después borro todo con mucho cuidado, pues un borrado forzoso puede estropear el dibujo.

Una vez que el lápiz ha sido eliminado, procedo a perfilar lo entintado y a acabar el dibujo, añadiendo sombras, detalles de los fondos y gags secundarios. El último paso es escanear e intensificar el color negro de la ilustración mediante un programa de dibujo, procedimiento que realizo para darle al mismo un mejor acabado y mayor calidad.

Ahora sí, ¡hasta la semana que viene!

En este pequeño rincón elaboro todos mis dibujos. Cuando me asciendan, compraré un tablaro más grande, pero mientras tanto...

Boceto realizado a lápiz del dibujo publicado esta semana. Posteriormente, se entinta sobre el mismo, cuidando mucho más el trazado del dibujo y llevando cuidado de no cometer errores. 

Y, por fin, tras borrar todo el lápiz y perfilar el dibujo, el resultado final.