Nuevo autor de peso que se suma a
la cada vez más extensa lista de dibujantes, cuyas obras originales, forman
parte de mi colección. El dibujo mostrado esta semana es un chiste suelto que
desconozco dónde y cuándo pudo ser publicado, pero que, gracias a las manos de
su autor (Peñarroya), se le otorga un valor incalculable. El guión de la
ilustración figura escrito a lápiz por su propio autor al final de la lámina y,
para mi sorpresa, por la parte trasera del papel, viene una muestra de color de
cómo debería quedar el dibujo una vez acabado, posiblemente, también realizada
por el propio Peñarroya.
José Peñarroya Peñarroya
(Peñarroya) nació en Forcall (Castellón), en 1910, pero su familia se trasladó
a Barcelona cuando él contada con dos años de edad.
Fue combatiente en el ejército
republicano durante la Guerra Civil
española y, una vez acabada la guerra, trabajó como contable en una destilería.
Sus inicios como dibujante fueron en los estudios de animación Chamartín, donde ayudó a la realización
de siete cortometrajes de un personaje llamado Don Cleque.
En 1947, ficha por Bruguera y,
ese mismo año, crea uno de sus más míticos personajes: Don Pío, junto a otros que enseguida le sucederían: Calixto (también de 1947), otro mítico: Gordito Relleno (de 1948), y Don Berrinche (también de 1948). Sus
personajes vieron la luz en revistas de la editorial como “Pulgarcito” y “El DDT”.
En 1957, se asoció con Cifré,
Escobar, Conti y Giner, y crearon su propia empresa: D.E.R. (Dibujantes
Españoles Reunidos), fruto de la cual, nació la revista “Tío Vivo”. Como los derechos de sus personajes eran propiedad de
Bruguera, Peñarroya se ve obligado a idear otros nuevos, entre los cuales, los
más emblemáticos fueron La familia Pi
(de 1957), serie que se asemejaba bastante a Don Pío.
Pero el proyecto no cuajó del
todo, y los cinco dibujantes se vieron obligados a regresar a la casa patria:
Bruguera. A su vuelta, Peñarroya creó varias series nuevas, entre ellas: Floripondia Piripí (de 1958), Pepe, el hincha (de 1962), Pitagorín (de 1966), y Rudesindo el bucanero (de 1966).
Junto a su colega Cifré, fue
durante mucho tiempo el encargado de elaborar la mayoría de las portadas de las
revistas de Bruguera hasta bien entrados los años sesenta.
Peñarroya falleció en Barcelona
en 1975.
Chiste original salido de la mano del genial Peñarroya.
Muestra de color realizada por la parte trasera de la lámina.
De Peñarroya también he encontrado recortes de periódico con sus dibujos en la sección de dibujos con diferencias. Todos de los años '50. Era la colección qe guardaba mi abuelo.
ResponderEliminar