Qué mejor forma de acabar esta
semana de junio que con una nueva tira cómica cargadita hasta arriba de
cafeína. En esta ocasión, el personaje de turno no es otro que un servidor,
quien no tiene pudor ninguno a la hora de ridiculizarse en sus propias viñetas.
Quiero dejar claro que ninguno de
los personajes que aparecen en esta historia son reales (excepto el menda), así
que no hay motivos como para que nadie se pueda sentir identificado y/o
ofendido. Siempre lo he dicho: para ser un buen humorista (o intentar serlo),
lo primero que tienes que aprender es a reírte de ti mismo. Una vez aprendida
esta lección, el resto ya es coser y cantar.
¡Hasta la próxima!
Juan Antonio, me ha gustado la ocurrencia! Un saludo.
ResponderEliminarDe muy mal gusto han de ser esos "amigos". Tu blog es excelente! Enhorabuena!
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