El pasado día 9 de noviembre
(sábado), se celebraron las XVI Jornadas
del Cómic de Almería. Como cada año, el acto fue presidido por un autor de
prestigio nacional e internacional, quien es invitado a dicho evento y donde se
habla largo y tendido acerca de su trayectoria profesional. Este año, el
homenajeado ha sido Joan Boix, y yo, como admirador incondicional y amigo, no
podía faltar a la cita.
Así pues, el mencionado día, puse
en marcha mi vehículo y emprendí el viaje hacia Almería. Unas dos horas y
cuarto después, ya me encontraba dando vueltas como un loco intentando
localizar un aparcamiento por el que no me tuviese que rascar el bolsillo. Y
tuve suerte. A dos calles de mi destino, pude estacionar mi Seat en línea azul,
pero como era sábado por la tarde, estaba exento de pago. Como ya es habitual
en mí en este tipo de eventos, iba cargado con una bolsa llena de cómics y con
mi cámara fotográfica a cuestas.
Llegamos hasta el lugar en
cuestión (La Escuela Municipal
de Música de Almería), y fuimos los primeros en acceder al edificio. Las
actividades previstas para esa tarde se repartían en el siguiente horario:
17.00 horas: Sesión de firmas de las obras del autor invitado (Joan
Boix) y del resto de autores presentes en las XVI Jornadas.
19.00 horas: Presentación del “Tebeolandia Número 8: Especial Joan Boix” por el maquetista Emilio Navarro, el director Diego
Cara y el colaborador Miguel Ángel Blanco González, con la presencia del homenajeado.
19.45 horas: Charla coloquio con Joan Boix, «Más de medio
siglo haciendo viñetas: de Hazañas Bélicas a El Hombre
Enmascarado», ilustrada por un pequeño audiovisual creado por Moviola Films.
21.30 horas: Entrega del Trofeo
Trueno de Honor 2013 al autor homenajeado.
22.00 horas: Acto de clausura de las XVI Jornadas del cómic
de Almería y foto de familia.
Antes de proceder a ponerme en
cola para las firmas, accedí hasta una sala donde se encontraba una exposición
de reproducciones de planchas originales de Joan Boix. Ahí se hallaban
expuestas varias páginas de The Phantom,
otras de historias de terror y también el original que Boix realizó para el
cartel de presentación de las XVI
Jornadas del Cómic.
Fotos, fotos y más fotos. Ahí
estuve un buen rato inmortalizando el lugar para después pasar al siguiente
nivel de la tarde: la firma de álbumes. Subimos hasta la primera planta, donde
había un stand con varios cómics y merchandising elaborado expresamente para la
ocasión. Tras realizar algunas compras, y como a quien madruga Dios le ayuda,
fuimos los primeros en pasar a aquella sala (salón de actos) y los que mejor
sitio pillamos entre sus numerosas butacas. Y aguardamos la llegada del autor.
En esta foto podemos ver el cartel de las XVI Jornadas del cómic de Almería, el número 8 de la revista Tebeolandia, un marcapáginas y algunos calendarios con dibujos de Joan Boix, entre otros. Esta es una gran parte del merchandising que pude recopilar esa tarde.
El primero en subirse al
escenario y sentarse en su silla fue Manuel M. Vidal. Después lo hizo Pilar
Quirosa y, por último, Joan Boix, quien me lanzó un saludo nada más subirse al
escenario.
Y todo transcurrió según lo
previsto. La firma dio comienzo y yo subí el tercero al escenario. Ante mi
presencia, Joan se puso en pie y ambos nos fundimos en un abrazo. Después,
estuvimos un rato charlando acerca de los álbumes que yo llevaba: Grandes de lo macabro, Ensayos de ficción y Sombrío, tres tomos que recopilan
algunas de las mejores historias de terror creadas por el autor.
También me llevé El Capitán Trueno, El último combate, pero de ese hablamos menos (después supe las
razones). Tras plasmarme una dedicatoria en cada uno de los tres primeros tomos
mencionados, Joan Boix pasó a dibujarme un Capitán
Trueno en el álbum del mismo personaje, el cual, podéis ver y disfrutar más
abajo.
Y la tarde continuó avanzando.
Posteriormente a las firmas, se dio paso a la presentación del Tebeolandia número 8. Tras ésta, se inició
una proyección (muy bien realizada, por cierto) que hacía un repaso de la larga
trayectoria profesional de Boix.
Una vez finalizada dicha
proyección, dio comienzo una charla en la que el autor nos puso al corriente de
toda su obra, desde sus primerísimos comienzos en 1962 hasta los proyectos
futuros que ya rondan por su cabeza.
Dejemos que sea el propio Joan
Boix el que nos relate los puntos más destacados de esta charla:
“Todo empezó en 1959 en una tienda. Mis padres tenían un comercio y
empecé a practicar sobre el mostrador. Yo tenía 14 años. Alternaba el dibujar
con atender a los clientes. Desde siempre, me influyó mucho El Capitán Trueno,
y practicaba dibujando a este personaje. Incluso llegué a crear un personaje
que se llamaba El Capitán Rayo, del cual, aún conservo los originales como una
joya. Nunca se lo he mostrado a nadie, pero lo tengo guardado como una
reliquia. Era un cuadernillo de 10 páginas, del cual, lo hice todo: primero el
guión, luego los dibujos, rotulación, portada… La portada estaba coloreada con
lápices de colores, y más tarde, ya me atrevía con acuarela”.
“Entré en Editorial Bruguera con 16 años. Allí me dieron mi primer
guión, el cual, constaba de tres páginas. Fue publicado en la revista “Sissi
Juvenil” y titulado Un muchacho tímido”.
“Después me fui a Ediciones Toray, a los 17 años, así por las buenas.
Allí me recibió el señor Sotillos (director de la editorial) y yo le llevé
algunas páginas mías publicadas anteriormente. Me dijo que le gustaban y que si
quería trabajar para ellos en Hazañas Bélicas. Lógicamente respondí que sí. Y
me dijo que si lo hacía existía una condición: que tenía que dejar Bruguera y
trabajar en exclusiva para ellos. Me dijo que si hacía esto, me pagarían 300
pesetas más por página, el sueldo medio de una persona al mes”.
“Otra condición que me puso el señor Sotillos era que tenía que imitar
el estilo de Boixcar. Y así lo hice. Pero conforme iba dibujando historietas,
me iba alejando poco a poco del trazo de Boixcar e iba plasmando el mío propio.
Y Sotillos se dio cuenta de esto y me llamó un día a su despacho. Me dijo que
le gustaba más cómo dibujaba hace un año que ahora, a pesar de que en ese
momento yo ya dibujaba bastante mejor. Se enfadó mucho y me cesó de Hazañas
Bélicas. Por suerte, no me despidió. Me ofreció guiones de tema romántico y del
oeste”.
“Después volví a dibujar historietas para niñas, también para Toray, a
la misma vez que hacía otras del oeste. Al poco tiempo me volvieron a llamar de
Bruguera, y yo empecé a trabajar para ambas editoriales. Entonces me centré en
el tema romántico”.
“Quiero contar una curiosidad. Cuando hice Aníbal, para Ediciones
Galaor, yo tenía un vecino de unos 14 años que le gustaba mucho el dibujo. Yo
estaba haciendo el lápiz de Aníbal y le dije que si quería pasar él los
contornos a tinta. Me dijo que sí. Una vez que estaban todos pasados, entonces
yo me encargaba de abacar los negros. Lo hice con la intención de estimular a
este chaval, quien quería encontrar su camino como dibujante de cómics. Como yo
no hice este trabajo completo, firmé, tanto en portada como en el resto de las
historietas, como J. Buixadera, pero con la forma de mi firma. Quise poner el
nombre de este, digamos, alumno o ayudante”.
“Cuando trabajas para agencias, haces cosas que no sabes dónde van a ir
a parar, porque ni te lo dicen ni te dan ejemplares. Una vez vi en Bardon Art
(una agencia para la que trabajaba) una revista que incluía un trabajo mío. Era
una historieta suelta de Robny el vagabundo. No sé en qué país se publicó, no
me lo quisieron decir. Esta publicación estaba en el despacho de Bardon y allí
salía un dibujito de mi personaje. Y me llamó la atención. Entonces pregunté si
me dejaban mirar aquella revista. Ahí se dieron cuenta de que los había
pillado. Todas las agencias querían ocultar dónde iban tus trabajos. No sabías
si iban a Holanda, Inglaterra… donde sea. Entonces, comido por la curiosidad,
pregunté si me daban aquella revista. La agarraron, la abrieron, buscaron a
Robny y me preguntaron si aquellas eras mis páginas, las arrancaron y me las dieron,
para que no supiera dónde se publicó aquello. Esto es la primera vez que lo
cuento. A partir de ahí, ya no quise saber nada de las agencias. Para el que no
lo sepa, a las agencias se les cedía un material que luego se encargaban de
gestionar su venta a países del extranjero. Cuando estas páginas se vendían, te
las pagaban y ya jamás volvías a saber de ellas, ni en qué país se publicaban
ni nada”.
“En 1965 fundé en Badalona la primera escuela de cómics de Europa: Boix
Studio. No confundir esta escuela de cómics con las de dibujo y pintura que ha
habido toda la vida. Tenía más de 40 alumnos. Ahora, en la actualidad, tendré
unos 14, y porque algunos se han dado de baja por la crisis…”
“En 2009, un día me llama Francisco Sánchez, el gerente de Ediciones B
por aquellos entonces, y me comenta que qué me parecería dibujar una nueva
aventura de El Capitán Trueno. A mí, que siempre me había gustado Ambrós, del
que me considero un gran fan, me pareció una idea estupenda. La aventura se
titulaba El último combate, y el guión lo había escrito Ricard Ferrándiz, quien
se cargó al Capitán y a Sigrid levantando la más grande de las polémicas. Yo,
como dibujante de este álbum, nada tuve que ver con estas innecesarias muertes.
Mi función era seguir el guión tal cual. Cuando estoy a medio de hacerlo, me
llaman de la editorial y empiezan a meterme prisa. Me dijeron que eso tenía que
estar para tal día, y yo les dije que se tenían que fastidiar porque no iba a
estar. Estará cuando yo la termine, y ya está. Y tuve que acelerar el trabajo.
Cuando me dieron el guión no me dijeron fecha de entrega, y yo iba haciendo
páginas poco a poco”.
Para el que le pueda interesar,
en su día publiqué en este mismo blog una entrada especial dedicada a Joan
Boix, en la que hablé, largo y tendido, acerca de su extensa obra, añadiendo,
como colofón final, una interesante y completa entrevista realizada por un
servidor: http://elblogdejuanantonioros.blogspot.com.es/2013/04/he-man-y-los-masters-del-universo-de.html
Tras la charla, algunos de los
presentes le lanzaron algunas preguntas y, posteriormente, se dio paso a los
agradecimientos y a la entrega del Trofeo
Trueno de Honor 2013, que el autor recibió con gran emoción. Como punto
final de la tarde, los presentes nos hicimos una foto familiar con Boix.
Mi reloj marcaba casi las 22.00
horas, y llegó el momento de la despedida. Debo confesar que me entristecía que
acabara aquella tarde, pero su final era inevitable. Aún sobre el escenario,
Joan y yo nos volvimos a fundir en un fuerte abrazo y nos deseamos lo mejor
mutuamente, y agarrando mi cámara de fotos y mi bolsa de cómics, abandonamos
aquel lugar casi con lágrimas en los ojos.
Un largo viaje de regreso me
esperaba aún por delante. Casi dos horas y media de trayecto que me sirvieron
para reflexionar sobre todo lo acontecido esa tarde, para archivar en mi mente
cierta información que no debía olvidar y para recordar cada minuto de los allí
vividos con gran emoción. Sin duda, un acto inolvidable del que me llevo muy
buenos recuerdos.
Gracias Joan, por tratarme como
lo hiciste.
Un servidor posando orgulloso con su dedicatoria de Trueno.
Juan Antonio, gracias por contar en tu blog con todo detalle, lo acontecido en las XVI Jornadas del Cómic de Almería. ¿Grabaste todo lo que expliqué, o lo memorizaste? Anda que si es así tienes memoria de elefante! Es exactamente todo lo que yo dije... ni más ni menos. Te felicito y agradezco
ResponderEliminaresta entrada tan bien contada en tu blog, amigo mío! Un abrazo.
Hola Joan.
ResponderEliminarSupuso para mí una alegría enorme el haber podido conocerte en persona después de todo este tiempo. Disfruté y aprendí mucho esa tarde contigo en Almería, y quería plasmar en esta entrada todo lo acontecido con el mayor detalle posible. Espero haberlo conseguido.
Por lo que me preguntas sobre la charla, aunque me reste méritos, diré que la grabé de principio a fin para después redactar aquellos puntos que consideré más importantes. A ciertas edades, la memoria ya no es tan eficiente.
Muchas gracias por tus palabras de agradecimiento.
Un fuerte abrazo.