domingo, 3 de diciembre de 2017

PURK, EL HOMBRE DE PIEDRA: LOS DESPRECIADOS, PÁGINA 9, por Manuel Gago



Continuemos con la exposición de originales correspondientes a la aventura Los despreciados mostrando la página nº 9. A tan sólo una más para alcanzar el final de esta historia, Purk deberá actuar rápido si quiere lograr alcanzar su objetivo y derrotar a sus enemigos.

Con la llegada del nuevo día, los prisioneros de Amur inician esa ardua tarea que les conducirá a la construcción de unos túneles. Purk y Sandar, integrados en el grupo de los despreciados, se disponen, sin excepción, a cumplir con su condena. Al mismo tiempo, Sura, aquella mujer que fue arrestada por el simple hecho de pedir la libertad de su hermano, comienza a desempeñar la dura labor de mover aquellos pesados pedruscos. El Hombre de Piedra, infatigable combatiente de la injusticia, le ordena que deje de realizar ese trabajo de inmediato. Los demás despreciados se alarman ante este breve intercambio de palabras, pues tenían terminantemente prohibido cualquier tipo de contacto con esa mujer. De pronto, un par de soldados de Amur irrumpen en escena, y Purk es advertido, a fin de que guarde silencio, por el resto de esclavos de la llegada de estos peligrosos hombres. Pese a los continuos avisos, el Hombre de Piedra se ve incapaz de mantener la boca cerrada y, como cabía esperar, es sorprendido por los soldados, quienes se disponen a otorgarle un injusto castigo a Sura por incumplir las órdenes establecidas. Pero nuestro héroe se encargará de defenderla con todas sus fuerzas y tratará de no ponerles las cosas demasiado sencillas a estos dos.  



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