domingo, 5 de agosto de 2012

DIABLITO, ANGELITO Y EL CANALLA DE PEPITO


Inauguramos el mes de agosto invadidos por las altas temperaturas y por las ansias de cogernos unas largas vacaciones. Unos ya se encontrarán disfrutándolas (los más privilegiados), otros aún no (pronto lo serán), y otros las tienen (por desgracia) todo el año. Estéis en la situación que estéis, disfrutad al máximo de lo que queda de verano, pues tendrán que pasar otros once o doce meses para volver a disfrutar de las playas, de las piscinas, de las bañeras, de los charcos o de lo que cada uno tenga más a mano.

Con la llegada del calor, el cuerpo empieza a pedir playa y más playa. Y debemos mantenerlo contento, porque ya conocemos el dicho: cuerpo sano y mente sana. Así pues, ya va siendo hora de agarrar la sombrilla, las toallas y la nevera, y partir hacia la costa más cercana a darnos un remojón.

Pero hoy no toca. Hoy me he quedado en casa, encerrado en mi estudio, redactando estas líneas y acabando una página dedicada al hombre del saco (no me refiero a Julián Muñoz y a sus sacos de basura).

Aparcando por un tiempo la ilustración, esta semana os muestro otra nueva historieta también carente de diálogos y realizada en dos páginas. Ya os hablé de estos curiosos personajes hace algún tiempo, y hoy ha llegado el momento de desempolvarlos y de sacarlos a la luz. “Diablito, Angelito y el canalla de Pepito”, así se hace llamar esta breve historieta, cuyo título resulta tan sugerente como poético, y cuyos tres personajes pueden resultar tanto simpáticos como desagradables (depende de los gustos de cada uno).

Lo que empieza como una historia cargada de buenas intenciones, acaba por convertirse en una aventura políticamente incorrecta, cargada de un humor muy negro y sal gruesa. Y es que Pepito es mucho Pepito. El hombre no se conforma con quedarse con el extraviado billete, sino que también opta por llevarse a la chica al huerto. De lo que no estoy muy seguro es si conseguirá cumplir su propósito, pero hay que reconocer que intenciones le pone (sino, mirad su rostro: desprende más excitación que el de un adolescente en plena edad del pavo).

Así pues, estimados lectores, sea en la orilla de la playa, debajo de un pino o dónde os dé la real gana, disfrutad de la historieta de esta semana.


1 comentario:

  1. Por un dia que no se vaya a la playa no pasa nada jejeje.
    La historia muy buena, al final se queda con el billete y la rubia, para que elegir, ¿no?
    Un abrazo amigo.

    ResponderEliminar