domingo, 7 de octubre de 2012

SÉ INFIEL Y NO MIRES CON QUIÉN



¿Qué tendrá mi blog que las infidelidades se pasean por él como Pedro por su casa? Tal vez sea porque, de tan incómoda situación, siempre puede sacarse su lado más irónico y sarcástico.

He de confesar que, los argumentos que desarrollan el tema de la crisis o el de las infidelidades, son de mis favoritos. Tal vez sea porque ambos están más de moda que nunca y a mí siempre me ha gustado estar a la última; o tal vez porque he encontrado en estas temáticas un nuevo filón para el desarrollo de futuras ilustraciones. De todos modos, actualmente estoy tocando temas de todos los palos (aunque siempre lo he hecho). Recordad que los dibujos siempre son publicados a los cuatro o cinco meses de haber sido realizados.

Aparcando durante algún tiempo los chistes de una sola viñeta, hoy estoy metido de lleno en la realización de tiras cómicas y de alguna historieta que otra. El poder narrar una situación en varias viñetas en lugar de una sola (sirvan como ejemplo todos los dibujos hasta ahora publicados), da muchas facilidades a la hora de desarrollar cualquier género, y da pie a la creación de nuevos personajes que irán repitiendo cartel cuando la situación así lo requiera. Actualmente, la crítica social, la corrupción, la situación del país, los grandes estafadores y los chistes con doble sentido están muy presentes en mis dibujos, y para no perder la costumbre, siempre aderezados con mala uva (a veces, muy mala), y siempre elevados a la más absoluta exageración.

Aquí el desmadre es ya absoluto, y son varios los caballeros que huyen despavoridos de la vivienda con todas sus vergüenzas al aire, olvidando sus ropas en el interior de la morada. Mientras tanto, el inocente marido regresa del trabajo acompañado por un amigo, inconsciente de todo cuanto en su hogar estaba ocurriendo hasta ese mismo momento.

Lo peor es que aquella situación se seguirá repitiendo, ya que la mujer no piensa abandonar sus “buenos hábitos”, y el amigo (como buen amigo y persona discreta) no piensa mediar palabra de lo que se cocía allí aquella tarde (y sucesivas).

Enloquecida, frenética y gamberra ilustración en la que todos parecen haber perdido los papeles, corriendo como locos de un extremo a otro de la página. Incluso los animalitos protagonistas de los gags secundarios también se unen a tan delirante maratón. Confieso que no me gustaría estar en la piel de la estresada mujer, ¡qué nervios, por Dios!


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