sábado, 27 de agosto de 2016

TRISTE ADIÓS A VÍCTOR MORA (06/06/1931-17/08/2016)



El mundo del cómic se viste de luto. Hace escasos días, los medios de comunicación nos hicieron conocedores de la trágica noticia del fallecimiento de Víctor Mora, tal vez, uno de los guionistas de cómics más aclamado de nuestro país. Tras su marcha (el 17 de agosto de 2016), nuestro querido Capitán Trueno se queda huérfano. Miguel Ambrosio, Ambrós, su célebre co-creador y dibujante, falleció en septiembre de 1992, y hoy todos lamentamos la triste marcha de su otro creador y escritor de todas sus aventuras clásicas.

Con 85 años recién cumplidos, y todavía fresco el homenaje por el 60 aniversario del nacimiento de Trueno, hoy damos el último adiós a este incansable contador de episodios que, incluso, llegó a pisar la cárcel por sus ideas de izquierdas y su vinculación al partido comunista, pensamientos que no encajaban dentro de la dictadura franquista.

Este barcelonés de nacimiento entró un día por las puertas de Editorial Bruguera y, enseguida, le fue asignada la escritura de varios guiones para El Inspector Dan o Dr. Niebla. Fue en 1956 cuando el señor González le encomendó la creación de una nueva serie. De este encargo nació El Capitán Trueno (cuyos guiones firmaba como Víctor Alcázar) con el respaldo de unos extraordinarios dibujos fruto del trazo del gran Ambrós. Las aventuras del personaje se convirtieron en un repentino y gran éxito, llegando a venderse más de 350.000 copias de cada número semanalmente y logrando sobrevivir al paso de los años que, lejos de desterrarle, lo han enaltecido hasta el punto de convertirlo en leyenda. La buena acogida de Trueno por parte del público permitió que a Mora le ofrecieran nuevos encargos, los cuales, le embarcarían en múltiples aventuras. Fue entonces cuando nacieron otras series tan extraordinarias como míticas: El Jabato, El Sheriff King, El Corsario de Hierro o El Cosaco Verde. Varias novelas también llevaron su firma: Els plàtans de Barcelona, El tramvia blau o La pluja morta.

Aunque su nombre, al igual que el de cualquier otro guionista, siempre fue olvidado en las portadas de los cuadernillos que llevaban su firma, esto supuso que los lectores de la época sólo llegaran a relacionar a los distintos personajes de aquellos mágicos tebeos con sus dibujantes, emplazando a un segundo plano el trabajo de sus guionistas. Por suerte, el transcurso del tiempo y, sobre todo, el reconocimiento de los miles de fans que arrastra el héroe de Trueno, han provocado que el nombre de Víctor Mora alcance la popularidad y reconocimiento que siempre había merecido.     

La leyenda de Víctor Mora sigue viva, hoy, más que nunca…
Hasta siempre, maestro. Descanse en paz. 


 (Imagen: elmundo.es).

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