Entre solanera y solanera he sacado fuerzas para crear esta nueva entrada. Muchos de los blogs y páginas Web que visito con frecuencia están cerrados por vacaciones, es decir, que durante estas fechas veraniegas no han sido actualizados. Aquí, como podéis comprobar, ése no ha sido el caso, y estoy con vosotros una semana más. ¿Y qué hay de los nuevos dibujos? ¿También ha habido tiempo para realizarlos o han sido apartados debido al parón veraniego? Nada de eso, señores. Los nuevos dibujos siguen y siguen, sin distinción entre primavera, verano, otoño o invierno. La mano es la misma (sigue teniendo cinco dedos), y la cabeza también (sigue estando sobre los hombros), entonces… ¿por qué disminuir el ritmo de trabajo cuando el calor empieza a apretar? Ahora que puedo, aprovecho cada momento libre para trazarlos, no sea que, en un futuro, no ya pueda…
El dibujo que ahora nos ocupa está cargadito de actualidad y mala leche. En los tiempos de crisis que estamos viviendo, no sólo a nivel nacional sino mundial, se están dando situaciones más propias de países subdesarrollados que de países como España, que es el nuestro. Me estoy refiriendo a toda esa gente que se ve obligada a buscar entre la basura para poder llevarse algo de alimento a la boca; situación que, desgraciadamente, se ve cada vez con más frecuencia. Lástimas aparte, con el presente dibujo he querido plasmar dicha situación añadiéndole mi toque personal de gracia. Como todo, puede que algunos lo encuentren gracioso (yo el primero), pero otros lo pueden encontrar insulso, descafeinado o, por qué no, insultante. No pretendo ofender a nadie con esta ocurrente idea (si no lo digo yo, ¿quién lo va a decir?). Tan sólo pretendo plasmar una situación que se está viendo en la calle a diario y aderezarla con un poco de humor.
La búsqueda masiva de chatarra por parte de gente de fuera (no, extraterrestres no), de gente de otros países para después venderla y sacar algo de pasta, es algo que se ve a diario. Empujan carros de los supermercados, carros de fabricación propia (como el de la imagen, mitad bicicleta, mitad carro), contenedores de la basura, carricoches, carritos de la compra, bicicletas, etc. etc., cargando en ellos cualquier tipo de objeto metálico, sin importar mucho sus dimensiones o su peso. Lo más exagerado que he visto ha sido un carro de supermercado cargado con 400 kilos y pico de hierros de todo tipo. Lo más increíble es que, empujando de ese carro, sólo iba una persona. Lamentable.
Me ha gustado mucho el dibujo por el crudo mensaje que transmite. No pretende ser ofensivo pero es la realidad de algunos por los tiempos tan difíciles en que vivimos. El puntazo del/la gato/a me ha llamado mucho la atención. Muy bueno y sigue así!!!
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