Aunque podría ser perfectamente, no me estoy refiriendo al país. En este caso, lo que se hunde es el dibujo. Bueno, el dibujo en sí tampoco (en todo caso, el dibujante, ja ja ja). Lo que se va sin remedio derechito al fondo del mar es el barco de esta nueva viñeta. Se desconoce si se trata del Titanic o del Tetanic, pero la cuestión es que, por la inclinación del mismo y la cara de angustia de la tripulación, la cosa pinta bastante fea.
Aunque no todos piensen igual. Si no, que se lo pregunten al tipo que se dispone a llenarse la panza. Él podría haber sido, perfectamente, el que inventó el dicho: Las penas con pan son menores. Y es que el hambre es mala, muy mala.
En esta ocasión, quise complicarme un poco más las cosas y decidí jugar con la perspectiva y la inclinación. Y que mejor situación para ello que un barco yéndose a pique. Trabajé todo el tiempo con el papel inclinado (es la forma más fácil de hacerlo), cuidando al máximo el detalle y el enfoque.
El resultado, como podéis ver, no tiene desperdicio: Los cubiertos de la mesa se caen, un ratón que intenta trepar a toda costa, una cucaracha (o lo que sea) se desliza comedor abajo en medio de una indisposición, unas malvadas palomas criticando a un confuso mosquito, la última frase del bocadillo acaba desparramándose, al igual que los vasos y copas de la bandeja del camarero, etc. etc.
Y ya que lo he mencionado, no conviene olvidarse de él. El camarero, muy fiel a su trabajo, aguanta el tipo como puede soportando las exigencias del comensal. Como veis, en lugar de ir tomando notas, sustituye el lápiz por un afilado cuchillo.
En conclusión, un dibujo bastante atractivo (visualmente hablando), trabajado con mucho mimo y cargado de gags medidos al milímetro, el cual, parodia una situación que, desde luego, no tiene ninguna gracia.
Buen viaje.
P.D.: Este dibujo está basado en hechos reales. Una situación, no tan exagerada como aquí, pero que viví en mis propias carnes hace unos tres años y que me ha servido como inspiración para este nuevo trabajo. Dicho queda.
P.D.2: El barco no llegó a hundirse.
Hola!
ResponderEliminarEsta entrada es una de mis preferidas hasta ahora. Has utilizado todo tu ingenio para que se luzca la historieta desde otra perspectiva. Se agradecen también los comentarios que has dado sobre cómo la has elaborado.
Desde luego que has cuidado todos los detalles, ahora se incluyen más gags que las últimas historietas estaban dando. Incluso los bocadillos de diálogo se ven afectados por la pendiente del movimiento de las olas.
La verdad es que es muy difícil sacarle al dibujo alguna pega, pero lo que no he entendido muy bien ha sido lo del cuchillo con el camarero. También creo que se te han olvidado las sombras de la de la mesa y del tipo que va corriendo en segundo plano.
Por lo demás, y una vez más, me ha encantado. Se va notando la destreza que vas cogiendo con la pluma.
Saludos.