Ya que esta semana he estado
hablando de las fuerzas de seguridad y del virus que utiliza su nombre (véase
mi entrada titulada El maldito virus de
la policía: http://elblogdejuanantonioros.blogspot.com.es/2013/03/el-maldito-virus-de-la-policia.html),
me viene como anillo al dedo la tira cómica que hoy os quiero mostrar.
Tengo que decir que el hacer
coincidir estas dos entradas en la misma semana no ha sido por voluntad mía. El
destino (ese que nos guarda sorpresas todos los días) ha querido que se
publiquen consecutivas la entrada de Remigio Pascual (tira realizada hace
varios meses) y la dedicada a ese virus que se coló en mi ordenador sin ser
bien recibido pocos días antes de anunciarlo aquí, en mi blog. No achaco este
cruce de caminos a la casualidad (hace tiempo que dejé de creer en ella).
Pienso que, si esto ha ocurrido así, es porque “alguien” ha querido que ambas
coincidan.
Con la coletilla típica que me
caracteriza, os presento a un nuevo personaje que irá liándola por donde quiera
que pase. De momento, sólo ha protagonizado la tira de esta semana, pero no
descarto embarcarlo en más aventuras, aunque sean tan groseras como ésta.
Remigio Pascual, como ya habréis
adivinado, no se trata de un policía normal. El señor Pascual es uno de esos
agentes de poca monta, corrupto como el que más y delincuente como pocos. Con
todas estas cualidades que le caracterizan, ya nos podemos hacer a la idea de
la clase de persona que es y, por lo tanto, de las andaduras en las que se verá
envuelto.
Empezamos con los famosos
controles de alcoholemia y sus nefastos efectos al indefenso conductor. Remigio
Pascual aprovecha la cogorza del señor de la barba para sacar toda su mala baba
y, viendo la cara de angustia del pobre hombre, parece haberse salido con la
suya. ¡Válgame la Virgen!
Casualidades del destino, hoy nos hablas de policías y tu anterior entrada también.
ResponderEliminarEl género viñeta lo estás explotando últimamente muy bien. Me parecen muy divertidas estas historietas con esa nota que hace estar dirigido a un público más adulto (se te ha olvidado poner los tres rombos,jajaja).
Vas en la buena línea. ¡¡Enhorabuena!!