Hoy es el gran día. Es hoy cuando
toca resolver, de una vez y para siempre, el misterio de aquella enigmática
viñeta que un día utilicé como acertijo para la segunda edición de mi Concurso
Mortadelero. Aunque hace unos días dí a conocer el nombre de aquella página a
la que pertenecía dicha viñeta, la totalidad de la plancha permanecía, aún,
bajo riguroso secreto.
Pues bien, hoy, 12 de enero de
2014, pasará a la historia como el día en que el mundo redescubrió uno de los
varios tesoros perdidos de Francisco Ibáñez.
Bajo el título López el guardabosques, se esconde una
joya sin precedentes. Una página y un personaje totalmente desconocidos para un
servidor y creo que también para el resto de los mortales. Una plancha de
enormes dimensiones de la que se desconoce dónde y cuándo pudo ser publicada.
Lo que sí tengo bastante claro, dada la magnitud de la misma, es que se publicó
como página central de alguna revista.
También me gustaría recordar que
el original de esta impresionante aventura cayó hace algunas semanas en mis
manos, y ya no me pude desprender de él. Su precio: una verdadera fortuna, pero
os puedo asegurar que mereció la pena desembolsar la cantidad que pagué por
esta extraordinaria página.
Por su parte trasera vienen unos
pintarrajos de color rojizo al más puro estilo de unas pinturas rupestres. Pero
no. Lejos de ser manchurrones sin ningún sentido ni orientación, aquellas
pinceladas de color rojo corresponden a las muestras de color de dicha página, posiblemente,
obra también del propio Ibáñez.
Aunque por sí solas esas muestras
no aporten mucho a la vista del curioso observador, si agarramos la página y la
miramos al trasluz, os puedo asegurar que los resultados son verdaderamente
espectaculares. Intenté sacar fotos de la página vista al trasluz, pero,
curiosamente, lo que sí percibe el ojo humano no es capaz de captarlo el
objetivo de una cámara fotográfica. Curioso, ¿no?
Para que podáis apreciar mejor
las dimensiones de esta página de Ibáñez, me tomé la libertad de sacar una
fotografía con el original ya enmarcado junto a uno de los volúmenes
recopilatorios de Súper Humor.
Felicidades amigo, comprendo perfectamente por propia experiencia lo que has debido sentir al conseguir esta joya de tu admirado Francisco Ibáñez. Qué satisfacción cuando consigues originales maravillosos de tu autor mas admirado ¿verdad?.
ResponderEliminarQué chulo. ¿Se publicó en Hipo Monito y Fifí?
ResponderEliminarPara hacer foto al trasluz prueba de colocar el original pegado a una ventana en hora de sol.