sábado, 4 de julio de 2015

LOS SERIALES DE IBÁÑEZ: TETE COHETE



La revista “Pulgarcito” llegó a su fin en 1981, dejando tras ella una estela de sesenta años de éxitos. Poco después de su cancelación, los mandamases de Bruguera debieron sentirse culpables por aniquilar a su retoño y tomaron la decisión de volver a rescatarlo con un formato totalmente renovado. 




Fue entonces cuando la editorial encargó a Jan, Raf e Ibáñez que idearan un personaje para convertirlo en la nueva mascota de la resucitada publicación. Jan creó su particular versión de Pulgarcito, personaje que, finalmente, fue elegido como mascota de esta revista del mismo nombre. Ibáñez, por su parte, creó a Tete Cohete (un ejemplo, llevado al extremo, de la hiperactividad) y, aunque no fue elegido como ganador, su personaje fue aceptado por la editorial y apareció en el nuevo “Pulgarcito” desde su primer número. 


 Cabecera de la serie.

El nuevo formato de la archiconocida revista constaba de 100 páginas a todo color y en formato de bolsillo (13 x 18,5 cm.). Además de los personajes de Jan e Ibáñez, la nueva revista incluiría aventuras de Tom y Jerry, Los Pitufos o Fix y Foxi, además de nuevas páginas dibujadas por Rojas de la Cámara, Jaume Rovira o Martz Schmidt.

Tete Cohete es el último personaje creado por Ibáñez para la extinta Editorial Bruguera; un jovenzuelo alocado, preocupantemente inquieto y muy entendido en las últimas tecnologías, ideas que no duda en aplicar a la hora de crear cacharros con los que poder desplazarse a velocidades de infarto. 


 Tete Cohete.

Ibáñez, que se las sabe todas, decidió introducir a sus inmortales Mortadelo y Filemón en las páginas de su nueva creación, con el fin de potenciar la popularidad de su recién estrenado personaje. De hecho, las dos primeras historietas de este alocado adolescente (aparecidas en el nuevo “Pulgarcito” a principios de marzo de 1981), están protagonizadas por la pareja de agentes de la T.I.A., los cuales, se topan de forma casual con el muchacho de marras. Aparte, en el número 538 de la revista “Mortadelo”, publicada también a principios del mismo mes, empieza a publicarse, por episodios, una nueva aventura larga de Mortadelo y Filemón que, casualmente, lleva por título: Tete Cohete, individuo que se presenta como el hijo de un vecino de Mortadelo. 




Pero cierto es que el desarrollo de las aventuras largas de nuestro par de agentes de la T.I.A. ocupaba las 25 horas de la jornada laboral de Ibáñez, quien se vio obligado a abandonar a Tete Cohete en 1982, pasando a manos ajenas pertenecientes al equipo de dibujantes de Bruguera.





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