Impresionante página original la
que publico esta semana. Cuántas ganas tenía de poseer un original del gran
maestro Miguel Ambrosio, más conocido como Ambrós. Los precios desorbitados a
los que se venden sus páginas han sido siempre el principal muro con el que me
he topado.
Al final, me lié la manta a la
cabeza y me decidí por comprar una página. La espera mereció la pena, pues el
precio al que la adquirí era totalmente asequible a cualquier bolsillo. Una
bonita página que nos muestra a un autor con un dominio absoluto de la pluma y
con un estilo inconfundible, pese a pertenecer a los inicios de su carrera.
Ambrós (Miguel Ambrosio Zaragoza)
nació en Albuixech (Valencia) el 29 de agosto de 1913. Estudió magisterio y
ejerció esta carrera hasta finalizada la Guerra Civil española, cuando
decidió abandonarla para ayudar a sus padres en las labores del campo.
En 1946, dibujó una historieta de
un personaje llamado El guerrero del
antifaz y se la mostró a Juan Puerto, dueño de Editorial Valenciana, quien
no dudó en publicarle algunas páginas de tema humorístico. Ese mismo año,
Ambrós se trasladó a Barcelona, donde llegó a trabajar para pequeñas
editoriales. Allí publicó Dos yanquis en
África, para “Bergis Mundial”, y
varias páginas para el semanario “Chispa”.
Su primer trabajo de envergadura
fue El jinete fantasma (originalmente
llamado Las hazañas de El caballero
fantasma), creado en 1947 para la editorial Grafidea y claramente inspirado
en El Zorro. Las aventuras del
mencionado jinete estaban escritas por Federico Amorós.
Editorial Saturno publicaba un
personaje llamado El caballero fantasma,
e interpuso una demanda por plagio, por lo que Federico Amorós tuvo que
rebautizar a su personaje.
Tras 164 números publicados, un
notable éxito y una tirada de 50.000 ejemplares, El jinete fantasma dejó de editarse en 1951. Entonces Ambrós empezó
a trabajar en la serie Chispita,
protagonizada por el hijo del mencionado jinete.
Tras esta serie, Ambrós fichó por
editorial Bruguera, lugar donde empezó ilustrando la serie La nave del tiempo, publicada en la revista “Pulgarcito”. También ilustró libros de la casa, como Los tres mosqueteros.
En 1956, se le encargó crear la
figura de El Capitán Trueno a raíz de
un texto de Víctor Mora. La cosa cuajó, y el dúo empezó a producir páginas de Trueno desde junio de ese mismo año,
publicando sus historietas en el cuadernillo de aventuras quincenal y en la
revista “Pulgarcito”. A partir del
número 22, dicho cuadernillo empezó a publicarse de forma semanal debido al
enorme éxito del personaje. Ambrós intentó sacar adelante por sí solo el
personaje de Capitán Trueno, pero
debido a su exceso de trabajo, tuvo que dejar el entintado de sus páginas en
manos de otra persona a partir del número 35. El entintador que ayudó a Ambrós
a partir de entonces fue Beaumont.
El éxito del personaje era
absoluto, tanto que, cada episodio tenía una tirada de 350.000 ejemplares. Pero
parecía que la única que se beneficiaba de este éxito era la editorial, pues
Ambrós cobraba un humilde sueldo y empezó a cansarse de tanta imposición editorial.
Tanta fue su indignación que decidió abandonar el personaje a partir del número
175.
En 1960, Ambrós se trasladó a
vivir a París con el fin de lanzar su carrera como pintor. Tal aventura no
acabó de cuajar y tuvo que regresar a España cuatro años más tarde.
Volvió a trabajar en Bruguera,
pero alejado de la serie de Capitán
Trueno. Entonces se le mandó ilustrar libros de Rintintín y Tarzán,
aparte de otras publicaciones de tema religioso. Pero Ambrós no acababa de
sentirse a gusto, por lo que tuvo que volver a tomar las riendas de Trueno en septiembre de 1964. Lejos de
que su regreso a la serie fuese triunfal, tan sólo se publicaron tres aventuras
en la revista “Trueno Extra”. Así
que, tras esta decepción, Ambrós decidió abandonar de nuevo la editorial.
En 1965, ficha de nuevo por
Editorial Valenciana, donde crea la serie Héroes
del deporte y multitud de historietas breves, publicando allí sus páginas
hasta 1971.
Un año antes (en 1970), Ambrós
había vuelto a Bruguera. Esta vez se encargó de dar vida a otro personaje de
Víctor Mora: El corsario de Hierro,
el cual, empezó a publicarse en la revista “Mortadelo”.
En 1981, Ambrós abandonó la
historieta por completo, haciendo una excepción con una aventura de El Capitán Trueno publicada en “Historia de los Cómics”, en 1983, para
la editorial Toutain.
En 1989, recibió el gran premio
del Salón del Cómic de Barcelona al conjunto de toda su carrera.
Ambrós falleció el 30 de
septiembre de 1992, hace ya casi 20 años.
Página original de El jinete fantasma, dibujada magistralmente por Ambrós.
hola, te sigo desde que se publicó una entrevista contigo en el blog Palabra de Sedano, y sólo quería decirte que me encantó esta entrada. No conocía a Ambrós, he mirado con atención sus páginas y portadas, y me ha entusiasmado su estilo, su trazo. Si tengo ocasión, trataré de hacerme con algún cuaderno del Caballero/Jinete Fantasma. Gracias por la información, muy buen artículo!
ResponderEliminarun saludo
ME gustaba mucho El Capitán Trueno, sobre todo a mi padre del que era fan. No sabía que Ambrós fue su creador. Gracias por darlo a conocer. Por cierto, exitazo la entrevista. No me extraña.
ResponderEliminarUn abrazo crack.
Hola , quisiera que me aclararas algo. En el texto dice que se publicaron 146 numeros del Jinete Fantasma, pero, conozco hasata el 280...¿Còmo calza eso? ( Incluyendo El Manque)
ResponderEliminar"Tras 146 números publicados, un notable éxito y una tirada de 50.000 ejemplares, El jinete fantasma dejó de editarse en 1951. Entonces Ambrós empezó a trabajar en la serie Chispita, protagonizada por el hijo del mencionado jinete."
Gracias
Gloria
Hola Gloria, en primer lugar, me gustaría agradecerte que te hayas pasado por mi blog.
ResponderEliminarMe dispongo a aclarar tus dudas:
Lo de los 146 números publicados es en realidad 164, lo que ocurre es que me bailaron las cifras a la hora de escribirlas, pero ya está solventado.
El Jinete Fantasma al que hago referencia en todo momento es el personaje creado por Federico Amorós y dibujado magistralmente por Ambrós en 1947.
Ese otro Jinete Fantasma que comentas es el dibujado por Mario Igor bastantes años después y del que Amorós ni Ambrós tuvieron nada que ver.
El Manque es también un personaje de este mismo autor (Mario Igor).
Espero haber aclarado tus dudas y deseo verte a menudo por aquí.
Un saludo.