Curiosa página la que os muestro
esta semana, cuyo personaje plasmado en ella también resulta la mar de curioso, válgame la redundancia.
Dibujada con un estilo que recuerda claramente al Ibáñez de mediados de los
años 50, Jim-Bad el marino, como su título reza, es un marinero que se dedica a
hacer de las suyas, tanto a bordo de su barco como en tierra firme. De este
autor sólo tenía algunos chistes originales sueltos, pero ninguna historieta
completa. Así que, todo fue ver que se vendía esta página de Jim-Bad y la
adquirí sin dudarlo dos veces.
Torá (Francesc Torá Margalef)
nació en Ginestar (Tarragona) el 29 de octubre de 1932, aunque su familia se
trasladó a Barcelona en 1940. Cuatro años después, falleció su padre, y Torá tuvo
que abandonar los estudios para poder mantener a su familia.
Inició su carrera como
historietista con un personaje llamado Chesco,
de escaso éxito. Unos años más tarde (en 1961), empezó a publicar en el diario
catalán “La Prensa”, formato en el que
ya publicaban monstruos de la talla de Conti, Segura, Tunet Vila o Alfonso
Figueras.
Pronto, entró a formar parte de
la casa Bruguera, editorial en dónde creó series propias, aunque también se
encargó de dar continuidad a otros seriales ya existentes y consagrados: Doña Urraca, de Jorge (que más tarde
también se encargaría de continuar Martz Schmidt), El profesor Tragacanto, del ya nombrado Schmidt, y Blasa, portera de casa, de Escobar.
Para Bruguera, también trabajó
como entintador de algunas páginas de Ibáñez y como negro* de varios seriales de Vázquez, tales como: La abuelita Paz, Don Polillo y Feliciano.
Historietas de La abuelita Paz y Doña Urraca dibujadas por Torá.
Así pues, Torá trabajó, entre
1958 y 1972, en las siguientes series: La
familia Dinosáurez y Teo Renqueante,
vendedor ambulante, para la revista “La Risa”, Toby y Toby y Johnny Calamidad, para “Hipo,
Monito y Fifí”, Ellas son así… y
ellos también, para “Tío Vivo”…
También creó, junto a otros
autores, las series: Don Camelo, para
“El Campeón de las Historietas”, Elvis Plaga, Torpón y su amigo Tapón y Ruperta,
para “Rififí”, Patentes Pómez y El agente
0077 (series de corta vida), para “Tío
Vivo”, Doña Urraca, para “Pulgarcito”, Pepe Habilidón y Blash Gordon, para “Gaceta Junior”, El
cleptómano y los tempranillos, para “Strong”…
Además de realizar historietas
completas, Torá también fue destacado por crear infinidad de chistes sueltos
que se publicaron en distintas revistas.
Torá se marchó de Bruguera en la
década de los 70. Su bajo sueldo, su nulo reconocimiento y su escaso éxito
fueron los detonantes de aquello.
Tras su marcha, se puso en
contacto con Rune Andréasson, el creador de Bamse,
el oso más fuerte del mundo, una serie de gran éxito en Suecia que empezó a
publicarse en 1966 como tira cómica en un periódico. Poco a poco, este
personaje fue adquiriendo popularidad entre las masas, tanto, que hasta incluso
tuvo una serie de dibujos animados para la televisión.
En 1973, apareció una revista de
historietas que llevaba su nombre (“Bamse”).
Su creador dejó de dibujar a Bamse en
1976, ocupándose solamente de escribir los guiones hasta 1990, y dejando esta
labor en manos de Torá. Fue entonces cuando el dibujante obtuvo el éxito que se
merecía, pero siempre fuera de nuestras fronteras.
Runa Andréasson falleció en 1999
víctima de un cáncer, y Torá abandonó la serie poco después.
Torá también dibujó a los
personajes Fix und Foxy, de Rolf
Kauka, durante los años 70, una serie muy popular en Alemania.
Torá falleció en 2002, y su
última aventura publicada fue en 2003, en el nº 9 de la revista “Bamse” (esta publicación siempre
reiniciaba su numeración cada 1 de enero). Torá se convirtió en uno de los
dibujantes más populares de Suecia tras haber estado dibujando a Bamse durante más de 25 años.
Página de Bamse dibujada por Torá.
Como dato curioso, diré que el
propio Juan Manuel Muñoz, colaborador habitual de Francisco Ibáñez durante los
últimos 30 años, también hizo sus pinitos en esta serie sueca.
*En el mundo del cómic, se conoce
como negros a aquellos dibujantes que
realizan páginas protagonizadas por personajes de otros autores, muchas veces,
sin el consentimiento de éstos. Lógicamente, dichas historietas figuran como
anónimas con el fin de que sean atribuidas a su autor original. Los editores
recurrían y recurren a estos dibujantes anónimos para poder sacar adelante el
trabajo de unos autores desbordados, los cuales, no dan abasto a la hora de
cumplir con las fechas de entrega de sus páginas.
Prueba de color que figura por la parte trasera de la página.
No me suena ninguno de esos tebeos, aunque tienen buena pinta. Oye, curioso lo de la prueba de color ¿para que se hace?
ResponderEliminarAh, estoy haciendo mi primer sorteo y te invito a que participes. Si te interesa, visita mi página.
Un saludo crack!
Hola Signum, de la casa Bruguera salieron cientos y cientos de personajes a saber cuál más divertido. Te recomiendo que, si tienes oportunidad, ojees alguna de sus revistas. Te aseguro que lo vas a pasar en grande.
ResponderEliminarLa prueba de color viene pintada por la parte trasera de la página. Se hacía para que las personas que se encargaban de darle color a las páginas, supieran qué colores o tonos darle a cada cosa. Desconozco si esta labor (la prueba de color) era tarea del propio dibujante o se encargaba de ello otra persona. De todas formas, es una técnica muy curiosa porque, si miras el dibujo al trasluz, se colorea toda la página y queda la mar de bonita.
Con respecto a tu sorteo, voy a echarle un ojo y te cuento.
Saludos.
Acabo de encontrar en una caja, recortes de dibujos de Torá de la prensa catalana, que coleccionaba mi abuelo, que también era dibujante para el Diari de Barcelona, pero no sé si serán de mucho valor. La historieta se llamaba La chistera de Torá, en la que tamién participaron antes o después otros dibujantes. Esta és la única página que habla de forma más completa sobre su vida, o al menos, la que yo he encontrado.
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