Con la sala repleta de buenos amigos, vamos llegando al final de esta celebración de aniversario. Ya me hubiese gustado haber podido congregar aquí a más de un centenar de asistentes, pero el espacio es pequeño y el aforo limitado y, como todos sabemos, tal y como está la situación actual, debemos guardar distancia social y evitar aglomeraciones. Con la esperanza de que pronto lleguen tiempos mejores para todos, sigamos disfrutando de la velada mientras damos la bienvenida al penúltimo invitado de la noche.
Me tuvo en ascuas hasta el último momento (pues si los días tienen 24 horas, él trabaja 25), pero al final le pudieron las ganas de fiesta y hoy aquí le tenemos, disfrutando de la buena comida y la mejor compañía. Tras aplastar el timbre de la puerta con una energía casi inhumana, clavé el ojo en la mirilla y Rubén Martín, alias Mudito, era quien aguardaba al otro lado. Loco de contento por poder contar con su presencia, nos fundimos en un abrazo al mismo tiempo que me anunció que había traído un regalo especial para mí. Me entregó un sobre cerrado y me dijo que lo tratara con extremo cuidado pues incluía una croqueta hecha con todo el cariño del mundo, y ya se sabe lo que ocurre cuando uno no lleva cuidado con las croquetas, que se aplastan. Por un momento me quedé parado. ¿Una croqueta dentro de un sobre? Menos mal que ya nos vamos conociendo. Aún así, lo abrí con una tremenda curiosidad y, era cierto, allí había una croqueta, pero plasmada sobre el papel. Sirva este dibujo como homenaje a su simpático personaje Vera, la Croqueta Aventurera, quien ya ha sido protagonista de una primera aventura titulada Contra el malvado Aguacate Chungo, y que pronto volverá con intención de salvar el mundo en Los Paneadores, el regreso de Vera, la Croqueta Aveturera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario