A pesar de que estamos en el
último domingo de agosto, el calor se niega a remitir, haciéndonos sudar
durante unos cuantos días más. Pero, ya por las fechas que estamos, poco a poco
se empezará a notar un descenso de los termómetros, haciéndonos esto la vida un
poco más agradable. El único punto negativo a que el mes de agosto llegue a su
fin es que, con él, también se van las vacaciones de verano, aunque todavía
quedan los más rezagados (o los más valientes, según como se mire) que las
disfrutarán en el próximo mes de septiembre.
La ilustración de esta semana,
poco o nada tiene que ver con la presente estación veraniega, pero, al igual
que ocurre en ésta, la temperatura asciende hasta los 50 grados a la sombra.
La hermana reprocha al “inocente”
chaval su mala conducta, arrastrándolo de la oreja hasta el despacho del
director. El motivo: haberse bajado los pantalones y haberle enseñado la
chorrita a la también “inocente” Laurita, la cual, no creo que le hiciera muchos
ascos a la ocurrencia de su querido amiguito.
En el despacho del padre Ricardo
debía hacer mucho calor (posiblemente, se había estropeado el aparato del aire
acondicionado), pues sus pantalones estaban colgados del perchero; pero dada la
posición de su brazo derecho y la cara de pánico al escuchar la voz de la
hermana, me hace temer lo peor. Y es que, querido amigo, cuando uno decide
hacer estas cosas, es más que recomendable cerrar la puerta a cal y canto por
lo que pueda pasar. Seguro que habrá aprendido la lección para futuras
ocasiones.
Los gags que aparecen a lo largo
y ancho de la página tampoco tienen desperdicio, no llegando a mostrar nada
obsceno (aunque parezca que sí) pero insinuando demasiado. En definitiva, que
ese día me pilló más inspirado de la cuenta y más verde que una hoja de
lechuga, y decidí dar rienda suelta a mi imaginación más calenturienta.
Tengo que decir que, pese a haber
realizado esta ilustración hace ya varios meses, me sigue gustando igual o más
que el primer día, cosa que me ha ocurrido en muy contadas ocasiones.
P.D.: No creo que nadie se haya
sentido ofendido por el trasfondo de la ilustración de hoy, pero si así ha
sido, mis más sinceras disculpas.