domingo, 29 de enero de 2012

¡RASCA, MAMÁ!

Una semana más que viene acompañada de una nueva entrada. ¿Qué haríais vosotros sin vuestra ración cada siete días? Mientras que el cuerpo aguante, mientras que la sesera siga trabajando a destajo, y mientras que el brazo derecho siga manteniendo el pulso, aquí me tendréis permanentemente, semana tras semana.

Curiosamente, acabo de realizar un dibujo que tiene bastantes similitudes con éste. No se trata ni de un plagio (a mí mismo, por supuesto) ni de una segunda parte, sino que el tipo protagonista acaba retorciéndose como el de la ilustración de esta semana a consecuencia de un despiste de nuestro amigo Marcelino. Pobre cegato, un día se debería enfrentar cara a cara con su amigo Rompetechos. Si por separado la lían parda, no me quiero imaginar los dos juntitos. Madre mía, la que se podría montar ahí. Tal vez les dedique una ilustración especial a ambos como conmemoración a la llegada del fin del mundo, para finales de año. ¿Qué mejor forma de acabar con la humanidad que a causa de un despiste (bastante gordo) de estos dos individuos? Pediré autorización a Ibáñez (sí, el papá de Rompetechos) a ver si me deja usar su personaje, que luego no quiero represalias. Aunque tratándose del maestro, no creo que las tenga.

Como ya os habréis percatado, el dibujo de esta semana es de trazo sencillo y está libre de fondos sobrecargados. La idea, aunque sencilla, me gustó mucho cuando se me ocurrió. Así que, sin dudarlo dos veces, me puse manos a la obra. Desde un primer momento, ya pensé en no atiborrar la página de detalles. Así pues, agarré el lápiz y dibujé a los dos protagonistas ocupando casi todo el espacio de la hoja, dejando hueco, como no podía ser de otra forma, para los ya obligatorios gags secundarios interpretados por esos entrañables bichitos.

El resultado final es una viñeta menos cargante (visualmente hablando) que las anteriores aquí publicadas, de trazo sencillo y guión simple pero chispeante. A pesar de no encontrarse entre mis obras más logradas, sí se encuentra entre las más queridas.

Volveré.

2 comentarios:

  1. Esta viñeta demuestra que no por mucho dibujar uno mantiene un alto nivel de humor. Aquí el guión es simple pero directo con lo que consigues hacer sonreír al lector cumpliendo eficazmente tu propósito sin recurrir al "relleno" muchas veces innecesario (esto no es un Sorolla). Por otro lado, el juego que te están dando los bichitos, sean mosquitos, arañas u hormigas para conversaciones ridículas, sarcásticas y con un buen aliño de acidez en algunos casos, te está dando buenos resultados. ¡Enhorabuena!

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  2. EL QUE HABLA CLARO4 de febrero de 2012, 18:42

    hum..........pues fale chico

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