PASATIEMPOS, por G. Iranzo

Tercera página original dibujada por Iranzo que expongo en este (cada vez más) saturado museo. La primera de ellas llevó por título “Ensalada de humor”, y estaba formada por diversos chistes y alguna que otra ocurrencia. La segunda fue una bonita felicitación navideña realizada para unos amigos del autor que más tarde decidieron desprenderse de ella. Y la de hoy, la tercera, está destinada a ejercitar la mente del lector con una serie de entretenidos pasatiempos. La presente no fue la única ocasión en la que el creador de El Cachorro tuvo que atender esta serie de encargos por parte del editor, sino que, de su puño salieron muchos otros. Éste, en particular, a pesar de no llevar su firma, sí que lleva su indiscutible sello.

Comentando brevemente el contenido de esta página descubrimos que, a la izquierda, y en formato vertical, figuran un par de curiosas noticias que, lejos de ser auténticas, resultan bastante simpáticas. Bajo éstas, nos topamos con tres bustos de un indio que nos enseñan cómo se dibuja al personaje. Justo en el centro, y ocupando buena parte de la plancha, hallamos un imaginativo juego que consiste en arrastrar el dedo sobre los números del círculo con los ojos cerrados, dar todas las vueltas que consideremos oportunas y, al detenernos, comprobar a qué figura corresponde la casilla que estamos señalando. Si continuamos barriendo la página vemos que, a la derecha, hay una pequeña ilustración donde debemos buscar a un cazador y a su perro, que andan perdidos por ahí. Y justo debajo, un juego sólo disfrutable en las páginas de la revista donde fue publicado pues consistía en rascar sobre el círculo blanco para descubrir la caricatura de una estrella del cine. Aquí, como vemos, no aparece rostro alguno, así que nos quedaremos con las ganas de saber de quién se trata a menos que alguien que posea este ejemplar nos haga salir de dudas.

P.D.: A lo largo de las semanas siguientes, continuaré mostrando más páginas de pasatiempos dibujadas, esta vez, por otros autores. Recomiendo no bajar la guardia pues nos aguardan agradables sorpresas.