domingo, 6 de mayo de 2012

SOBRE CÓMO ATRAPAR AL RATONCITO PÉREZ


El dibujo de esta semana, de ser verdad, sería la pesadilla de millones de niños y niñas de todo el mundo. Todos, en nuestra más tierna infancia, siempre hemos tenido la ilusión de colocar nuestros dientecitos bajo la almohada con la esperanza de que, al poco, el ratoncito Pérez dejara un regalo a cambio de llevarse aquel trocito de hueso que ya no nos servía.

En ocasiones, si pillabas al ratoncito en plan rácano, te dejaba 25 pesetas de aquellas plateadas (que, al cambio, serían unos 15 céntimos de los de ahora). Otras, en cambio, si la noche anterior había cumplido con la parienta y le pillabas de buenas, lo mismo te dejaba una consola nueva o una bici de aquellas que anunciaban por televisión (es decir, de las buenas).

Pero cuando la situación ahogaba de verdad y ni el ratoncito Pérez tenía pelas para comprar regalos, tus padres te decían que cogieras el incisivo y lo arrojaras con todas tus fuerzas, bien a lo alto del tejado, o bien, lanzándolo por la ventana para que aterrizara donde le diera la real gana; la cosa era ver el diente lo más lejos posible. Tus padres se quedaban tan contentos y, a uno, ¿qué cara se le quedaba cuando veía su diente salir disparado sin obtener regalo a cambio?

En mi familia, realmente, no hemos sido muy devotos del ratoncito Pérez y, salvo ocasiones contadas, nunca nos hemos encontrado un regalito debajo de la almohada.

Hoy en día, con el demonio de la crisis, no sé si se seguirá estilando esta tradición en los hogares de todo el mundo, pues creo que, algún día, veremos al pobre ratoncito en la larga e interminable cola del paro.

Con este nuevo dibujo, he querido rendir mi homenaje a este particular personaje, tan querido por unos (los niños) y tan odiado por otros (los padres), elaborando una ilustración para toda la familia pero cargada de mala leche e ironía.

Tras un tiempo estancado dotando a mis personajes de rasgos y facciones similares que los hacían semejantes unos a otros, es a partir de estas nuevas ilustraciones que ahora voy publicando, cuando mi estilo va adquiriendo un trazo completamente nuevo y las caras de los personajes van experimentando notables cambios en comparación con todo lo anterior publicado. Ya me diréis qué os parece.

P.D.: Cuando al ratoncito Pérez se le cae un diente, ¿lo coloca debajo de la almohada? Y si es así, ¿quién le suministrará su regalo? Buena pregunta, ¿eh?



5 comentarios:

  1. Jajaja! lo mejor es el Mickey Mouse xD

    Recuerdo que a mí me ponían una moneda de 100, 200 y en una ocasión de 500 pesetas. Cuando esa moneda era una auténtica fortuna.

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  2. Me alegro de que te haya gustado el Mickey Mouse improvisado a última hora. La idea, desde un principio, era colocar ahí un ratón cualquiera, pero pensé que quedaría mucho más gracioso si el roedor fuera uno de prestigio, o sea, famoso.

    ¡Ay, aquellas maravillosas pesetas! Salías un fin de semana con un billete de 1000 pesetas, llegaba el domingo, y todavía te quedaba algo de dinero en la cartera. Y si salías con uno de 2000, eras el rey del mambo.

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  3. Pobre ratón, el sólo quería el diente...
    Oye tienes arte, si no te has dedicado a esto como profesional es por que no quieres. Desde hoy seguiré tus dibujos y te dejo mi blog por si quieres seguirlo. Un abrazo.

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  4. Bienvenido, amigo Signum. Agradezco que te hayas pasado por mi blog y, lo que es mejor, que te quedes. Voy publicando un nuevo dibujo cada semana junto a una página original perteneciente a mi colección personal.

    El cómic español no goza de su mejor momento, así que no resulta nada sencillo poder convertir esta afición en profesión. No obstante, no hay nada que me gustaría más que llegar a publicar alguna página mía.

    Espero que disfrutes con mis dibujos semana tras semana.

    ¡Bienvenido!

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  5. Gracias crack. Pienso que eres un artista.
    http://palabradesedano.blogspot.com.es/

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