Mientras continuamos combatiendo estas
altas temperaturas que se han empeñado en derretirnos como a un helado en mitad
del desierto a las 4 de la tarde, un servidor sigue analizando el trabajo desarrollado
por Ibáñez para las portadas de la colección Top Cómic Mortadelo.
Centrándonos en el número 17 de
dicha compilación, hallamos, en un primerísimo plano, el gag que ha permitido
que esta portada sea incluida dentro de esta desmadrada sección. Mientras un descalabrado
Filemón se acuerda de todos los difuntos de su sorprendido compañero de
andanzas, Mortadelo trata de aferrarse a la ladera de esa empinada montaña con
uñas y dientes mientras quedan aireadas sus regiones más íntimas. El pobre de
Filemón, si no hubiese tenido bastante con haberse partido la crisma a
consecuencia de la brutal caída, ahora tiene que enfrentarse a la horrible
visión que le aguarda un poco más arriba, en las alturas, entre las piernas de
su colega.
Un gag parecido a éste será
utilizado por Ibáñez en otra portada de esta misma colección, y es que Mortadelo
parece haberle cogido el gustillo a ir por ahí con el culete al aire…
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