La
revista “Pulgarcito” llegó a su fin
en 1981, dejando tras ella una estela de sesenta años de éxitos. Poco después
de su cancelación, los mandamases de Bruguera debieron sentirse culpables por
aniquilar a su retoño y tomaron la decisión de volver a rescatarlo con un
formato totalmente renovado.
Fue
entonces cuando la editorial encargó a Jan, Raf e Ibáñez que idearan un
personaje para convertirlo en la nueva mascota de la resucitada publicación.
Jan creó su particular versión de Pulgarcito, personaje que, finalmente, fue
elegido como mascota de esta revista del mismo nombre. Ibáñez, por su parte,
creó a Tete Cohete (un ejemplo, llevado al extremo, de la
hiperactividad) y, aunque no fue elegido como ganador, su personaje fue
aceptado por la editorial y apareció en el nuevo “Pulgarcito” desde su primer número.
Cabecera de la serie.
El
nuevo formato de la archiconocida revista constaba de 100 páginas a todo color
y en formato de bolsillo (13 x 18,5
cm.). Además de los personajes de Jan e Ibáñez, la nueva
revista incluiría aventuras de Tom y Jerry, Los Pitufos o Fix y Foxi, además de
nuevas páginas dibujadas por Rojas de la Cámara, Jaume Rovira o Martz Schmidt.
Tete
Cohete es el último personaje creado por Ibáñez para la extinta Editorial Bruguera;
un jovenzuelo alocado, preocupantemente inquieto y muy entendido en las últimas
tecnologías, ideas que no duda en aplicar a la hora de crear cacharros con los
que poder desplazarse a velocidades de infarto.
Tete Cohete.
Ibáñez,
que se las sabe todas, decidió introducir a sus inmortales Mortadelo y Filemón
en las páginas de su nueva creación, con el fin de potenciar la popularidad de
su recién estrenado personaje. De hecho, las dos primeras historietas de este alocado adolescente
(aparecidas en el nuevo “Pulgarcito”
a principios de marzo de 1981), están protagonizadas por la pareja de agentes
de la T.I.A., los
cuales, se topan de forma casual con el muchacho de marras. Aparte, en el
número 538 de la revista “Mortadelo”,
publicada también a principios del mismo mes, empieza a publicarse, por
episodios, una nueva aventura larga de Mortadelo y Filemón que, casualmente,
lleva por título: Tete Cohete, individuo que se presenta como el hijo de un
vecino de Mortadelo.
Pero
cierto es que el desarrollo de las aventuras largas de nuestro par de agentes
de la T.I.A.
ocupaba las 25 horas de la jornada laboral de Ibáñez, quien se vio obligado a
abandonar a Tete Cohete en 1982, pasando a manos ajenas pertenecientes al
equipo de dibujantes de Bruguera.
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