Segunda página de esta historia
compuesta de cuatro titulada Al “calor”
del hogar y que viene como anillo al dedo dadas las bajas temperaturas que
nos vienen amenazando desde hace días.
El gruñón de Bromúrez propone una
solución que les ayudará a ahorrar en calefacción, aunque, en realidad, la idea
no sea del todo suya. Resulta que su jefe tiene un gran pino seco plantado en
su finca y decide ofrecérselo a su empleado como leña para pasar el invierno a
cambio de que éste le quite el muerto de encima. Bromúrez acepta la propuesta y
envía a su cuñado Keke y a Teo para que se encarguen de talarlo y de
transportarlo en la camioneta hasta su hogar.
Ambos se presentan en el lugar en
cuestión (finca “Los Palitroques”) y, justo al inicio de su tarea, viendo el
arduo trabajo que aún les quedaba por delante, Keke barre visualmente la zona y
descubre una gran cantidad de leña esparcida por todo el lugar. Como cabe
esperar, la faena de recoger todo aquello resultará mucho más aliviada que
serrar ese enorme tronco que tienen delante de sus narices, así que, por mutuo
acuerdo, tío y sobrino inician sus labores de recolección sin sospechar lo más
mínimo que una gran sorpresa (o mejor dicho, una gran catástrofe) les aguardaba
al final de su aventura.
Continuará…
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