Señoras y señores, niñas y niños,
a todo el mundo en general: me complace anunciar que, el próximo día 15 de
marzo (2016), el ilustrísimo, excelentísimo y eminentísimo señor don Francisco
Ibáñez (por parte de padre) Talavera (por parte de madre), cumplirá la
honorable cifra de 80 años.
Ibáñez es el niño de la izquierda. Sí, el del pelo rizado (Imagen extraída de La página no oficial de Mortadelo y Filemón).
En un ya lejano 1936, nació en
Barcelona (de padre alicantino y madre andaluza) un genio que, ya desde muy
temprana edad, demostró sobradamente sus dotes por el dibujo. Con tan sólo 11
añitos (en 1947), consiguió colar un dibujillo (cabeza de indio Sioux) en la
sección Colaboraciones de nuestros
lectores de la revista “Chicos”.
Cinco años después (en 1952), publicaría su primera historieta en el número 95
de la revista “Nicolás” bajo el
título: Mucho ruido y pocas nueces… Para esta misma revista siguió publicando
pequeños trabajos a lo largo de tres números más (97, 98 y 99).
Fotografía de 1943 tomada en las escuelas Guimerá, Barcelona. (Imagen extraída de La página no oficial de Mortadelo y Filemón).
Durante los años siguientes, se
dedicó a saltar de editorial en editorial ansioso por hacerse un hueco en el
mundo de la historieta, llegando a pasar por Ediciones Clíper, Editorial Símbolo,
Ediciones Generales o Editorial Marco, donde ocupó un puesto bastante
privilegiado en algunas de sus revistas más importantes: “La Risa”
e “Hipo, Monito y Fifí”. Para
estas dos publicaciones creó infinidad de personajes, unos de vida más gloriosa
y longeva, y otros de fugaz existencia. Es aquí donde hallamos remotos seriales
tan sumamente curiosos como desconocidos para el gran público actual, tales
como: Melenas (creado en 1954), El mosquito Pérez (1954), Haciendo el indio
(1955), Don Usura (1955), Kokolo (1955), Demetrio el “gendarme” (1955), Patro,
sirvienta modelo (1956), Fulcio Batracio (1956), Puko (1956), Orejón (1956),
Los piratas del Queen Pepet (1957), La familia Repollino (1957), Mike “Gorilo”
(1959), y una interminable lista que, de reproducirla al completo, ésta podría
ser más extensa que el propio contenido de esta entrada.
Plantilla de dibujantes de Editorial Marco. Ibáñez es el que está sentado en el centro (Imagen extraída de La página no oficial de Mortadelo y Filemón).
En el verano de 1957, entró a
formar parte de la plantilla de Editorial Bruguera. Fue en esta reputada casa donde
nacieron Mortadelo y Filemón, tímidos en sus comienzos pero que, poco a poco,
consiguieron ganarse el cariño del público. Nadie (ni siquiera el propio
Ibáñez) hubiese podido imaginar el arrollador éxito que acompañaría a estos dos
personajes que empezaron trabajando en una agencia de información antes de
pasar a ser distinguidos agentes de la
T.I.A.
Ibáñez al poco de entrar en Bruguera (Imagen extraída del blog Ladyfilstrup).
Mortadelo y Filemón fueron
creados a finales del mismo año (1957), pero no vieron la luz hasta enero del
año siguiente, fecha en la que se publicaron por vez primera en el número 1394
de la revista “Pulgarcito”. Ibáñez
compaginó las aventuras de esta pareja de agentes con otras protagonizadas por el
resto de sus personajes creados para Bruguera. Me vengo a referir a Rompetechos,
El botones Sacarino, Pepe Gotera y Otilio, 13, Rue del Percebe o Tete Cohete,
además de realizar infinidad de páginas de chistes o aventuras protagonizadas
por otros de sus retoños que no lograron alcanzar la popularidad de los ya
mencionados.
En la actualidad, su producción
se centra, únicamente, en aventuras largas de Mortadelo y Filemón, llegando a
publicar la friolera de 3 álbumes anuales de 44 páginas a sus 80 años. A pesar
de haber sobrepasado (y mucho) la edad de jubilación, a Ibáñez jamás se le ha
pasado por la cabeza la idea de un retiro definitivo. Hoy día continúa al pie
del cañón, dibujando a dos manos y sumando años sentado frente al tablero hasta
que el cuerpo aguante. ¿Jubilación…? ¡A los noventa!
Ibáñez en una foto reciente imitando al tesorero coprotagonista de una de sus últimas aventuras (imagen extraída de elpais.com).
A modo de humilde homenaje, este
aprendiz de dibujante que quiere hacer creer que domina el oficio ha elaborado
una divertida ilustración en la que el protagonista absoluto es el propio
Ibáñez, poniendo de manifiesto lo bien que sabe aguantar el tipo y su magnífico
estado de salud. Como bien reza el texto de la dedicatoria: ¡Felicidades maestro por esos 80 años tan
bien llevados!
(Imagen extraída de mi mano derecha e ideada por algunas de las pocas neuronas cuerdas que todavía pululan por mi estéril sesera).
Felicidades Juan Antonio por este bonito repaso a la biografía y trayectoria de Ibáñez, así como por la bonita y divertida ilustración realizada. Un abrazo de Caballero-Mortadelo.
ResponderEliminar