Los señores que aparecen en la
ilustración de esta semana, no se acaban de incorporar al trabajo después de
unas largas vacaciones en la playa tomando el sol las 24 horas. Tampoco se han
caracterizado para rodar una segunda parte de El color púrpura. Los trabajadores de esta fábrica de pólvora (jefe
incluido) han sido víctimas de otra de las múltiples peripecias de nuestro
querido Marcelin… ¡Un momento, ese tipo no es Marcelino! Perdonad la confusión,
pero es que como uno ya está acostumbrado a que sea este hombre el que la vaya
liando siempre por ahí…
En fin, no le vamos a culpar de
algo en lo que no ha tenido nada que ver. Ahora toca interesarse por saber
quien es ese otro despistado, causante de la tragedia que se ha liado en esa empresa.
De momento, a su jefe no le ha hecho ninguna gracia que su trabajador
incumpliera las normas y, mucho menos, que se encendiera aquel pitillo. Le ha
puesto de patitas en la calle y, escuchando sus palabras, no parece que tenga
intenciones de volverlo a readmitir entre su plantilla.
Pues sí, seguro que todos lo
estáis pensando. En un principio, todo estaba previsto para que Marcelino fuese
el protagonista de esta nueva ilustración, aunque, como podéis ver, al final no
fue así. No sé que me hizo cambiar de opinión; tal vez, para intentar no
repetirme y dejar que sean otros los que hagan de las suyas y no siempre la
misma persona. Qué aburrido sería, ¿no?, estar viendo siempre las mismas caras.
Es lo mismo que le ocurre a la mayoría de los matrimonios: que ambos se cansan
de verse las caras. Sé que algunos y algunas darían lo que fuera por llegar a
casa y encontrarse allí a otra persona distinta a la que se unieron en feliz y
eterno matrimonio. Supongo que eso ocurriría en el lejano mundo de los sueños,
pero éste es un mundo real, cruel pero real.
Entre otros aspectos a destacar
de este dibujo mostrado esta semana, resaltaré el gag protagonizado por los ya
míticos y escatológicos mosquitos, siempre dispuestos a poner esa guinda de sal
gruesa a cualquiera de las situaciones a las que se enfrentan.
Ahora sí, felices vacaciones a
todos (sean privilegiados aquellos que las puedan disfrutar).
Magnífica entrada. Has adaptado perfectamente las caras y el guión a la situación. Podías haber escogido el momento de la explosión para hacer el chiste, con mucho humo y demás, pero lo has hecho una vez pasado el mal trago y así has tenido que esforzarte más por recrear el escenario. Vemos también nuevas caras ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarPero hombre, si el muchacho tenía mono...
ResponderEliminarGran historia la de hoy, al igual que todas. Simplemente genial.
Un abrazo amigo.
PUES.........................NO LO COJO....PUAF¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarLa expresividad de los personajes diez sobre diez,en cuanto al guión coincido un poco con el "EL QUE HABLA CLARO"aunque tengo que decirle que no siempre las musas están ahí, para que te inspiren, y este señor aunque parece ser bastante sincero debia ser menos hiriente con sus críticas, aunque lleven algo de verdad. PUAF........"PARA EL QUE HABLA CLARO".
ResponderEliminar!!!!!!!!¿COMO TE ATREVES?¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡, BAILAAGUAS....,MI CRITICA, QUE POR CIERTO ES SOLICITADA POR EL DIBUJANTE,SIMPLIMENTE ES UNA OPINIÓN, ESO SI, LA DIGO COMO LA PIENSO, PORQUE EL ARGUMENTO ESTA MUY POR DEBAJO A LA LINEA QUE SIGUE AUTOR EN LOS ÚLTIMOS DIBUJOS Y SI NO ESTÁ A LA ALTURA QUE NO LA PUBLIQUE.
ResponderEliminar¡Vaya una guerra que hay aquí montada! Propongo que nos calmemos un poco y que las aguas vuelvan a su cauce.
ResponderEliminarPara mí, todas las ideas que llevo a cabo son buenas. Se me ocurren cientos todos los días, pero de esas cien siempre me quedo con la que más me gusta. A veces no me convence ninguna, y toca volver a darle al tarro hasta que surja ese chispazo que me ilumine sobre la próxima ilustración.
Otra cosa bien distinta es la forma de llegar al lector y la forma en que éste (el lector) recibe mis trabajos. A unos les gustará mucho un dibujo en concreto y a otros no les gustará nada. Pero las cosas son así, para gustos, colores.
Saludos a todos.