Como tiene que haber de todo en
la viña del Señor, ¿por qué no un pitufo con graves problemas de visión al más
puro estilo de Marcelino? Esta semana la ha tocado la china al universo pitufil
creado por Peyo, dibujando una ilustración protagonizada por uno de estos entrañables
personajillos azules y secundada por varios más de ellos, además de los
tradicionales y escatológicos mosquitos.
Aún no tengo claro por qué el
pitufo protagonista tiene esas grandes dimensiones; puede que su madre la diera
muchos Petit Suisses (o Petisuís, como más os guste) de pequeño, o que,
realmente, sea el Goliat de los pitufos. Aunque os tengo que confesar que, como
autor del presente dibujo, realicé a ese personajillo como a mí me apeteció en
ese momento, sin reparar en su diminuto tamaño original.
Puede que los lectores y lectoras
más jóvenes, no conozcáis quiénes son estos curiosos personajes de color azul
(aunque aquí estén en blanco y negro, ya sabéis, los recortes del gobierno y
esas cosas) creados por el gran Peyo. Para todos vosotros, voy a realizar una
breve descripción de los mismos para que vayáis iniciándoos en el tema, y para
todos aquellos que ya conocéis a estos simpáticos personajes, tampoco viene mal
refrescaros la memoria de vez en cuando.
Los pitufos son unos entrañables personajillos azulados creados por
el dibujante belga Pierre Culliford, más conocido como Peyo. Se publicaron por
vez primera en el semanario “Le Journal
de Spirou”, el 23 de octubre de 1958, en una historia titulada La Flûte à Six Schtroumpfs (La flauta de los seis
pitufos), aunque no llegaron a nuestro país hasta 1969, once años después
de su nacimiento.
Los pitufos viven en el bosque, en el interior de las setas. Todos
son del mismo tamaño y color, y usan las mismas vestimentas. Carecen de nombre
propio, llamándose unos a otros por sus virtudes o defectos: Papá Pitufo (que
es el líder), Pitufo Bromista, Pitufo Valiente, Pitufo Goloso, Pitufo Gruñón,
etc. Los villanos de turno (porque siempre tiene que haberlos) son el brujo
Gargamel y su gato Azrael.
El éxito de los personajes de
Peyo estaba asegurado y sus pitufos subían como la espuma, tanto, que no
tardaron en protagonizar sus propias aventuras largas, para más tarde ser
adaptados a una serie de animación, diversas películas y algunos videojuegos.
En 1965, los pitufos se pasaron al
largometraje en la película Les aventures
des Schtroumpfs, con guión de Yvan Delporte y el propio Peyo.
Entre 1981 y 1990, se pasearon
por la televisión de la mano de la productora Hanna Barbera (responsable de
series tan emblemáticas como Los
Picapiedra, Los autos locos, Scooby Doo, etc.), en la serie Los pitufos (conocidos en América como The Smurfs), protagonizando un sinfín de
episodios de lo más divertidos.
En 2011, dieron el salto a la
gran pantalla, con una película del mismo nombre y, en la cual, se combinaba
imagen real con los personajes creados por ordenador.
Los pitufos se llamaron originalmente Schtroumpfs (en francés),
aunque en España se conocieron como pitufos. Miguel Agustí, redactor jefe de la
revista “Strong”, fue el responsable
de su nombre en español. Tras varias semanas buscando un nombre adecuado, le
vino a la cabeza el personaje de Patufet
(muy conocido dentro del folclore catalán y cuyo nombre también sirvió de
cabecera para una revista de la preguerra).
Aunque fueron bautizados como
pitufos, en la revista “TBO”
aparecieron durante un tiempo con el nombre de Los Tebeítos, a mediados de los años setenta.
Si no me equivoco, el último álbum
que Peyo realizó de sus entrañables personajes fue Le schtroumpf robot (El
pitufo robot), de 1988.
Peyo falleció en Bruselas, su
ciudad natal, el 24 de diciembre de 1992, y sirva este dibujo como mi más
sincero homenaje a uno de los grandes de la historieta europea.
Como siempre nos muestras el gran talento que tienes para tus dibujos. En este caso, no importa si el personaje es una versión tuya adaptada de uno conocido (como es el megapitufo), como si es de uno inventado que siempre clavas el escenario. También hay que destacar lo mucho que se suele aprender cuando se lee la introducción a la historieta. En este caso, un homenaje a la famosa serie de dibujos. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarHombre, el pitufo va con toda su buena intención.
ResponderEliminarExcelente trabajo como siempre amigo.
Un abrazo.