domingo, 23 de septiembre de 2012

DOÑA JOSEFINA Y UN PITUFO CEGATO, ¡VAYA RETRATO!



Como tiene que haber de todo en la viña del Señor, ¿por qué no un pitufo con graves problemas de visión al más puro estilo de Marcelino? Esta semana la ha tocado la china al universo pitufil creado por Peyo, dibujando una ilustración protagonizada por uno de estos entrañables personajillos azules y secundada por varios más de ellos, además de los tradicionales y escatológicos mosquitos.

Aún no tengo claro por qué el pitufo protagonista tiene esas grandes dimensiones; puede que su madre la diera muchos Petit Suisses (o Petisuís, como más os guste) de pequeño, o que, realmente, sea el Goliat de los pitufos. Aunque os tengo que confesar que, como autor del presente dibujo, realicé a ese personajillo como a mí me apeteció en ese momento, sin reparar en su diminuto tamaño original.

Puede que los lectores y lectoras más jóvenes, no conozcáis quiénes son estos curiosos personajes de color azul (aunque aquí estén en blanco y negro, ya sabéis, los recortes del gobierno y esas cosas) creados por el gran Peyo. Para todos vosotros, voy a realizar una breve descripción de los mismos para que vayáis iniciándoos en el tema, y para todos aquellos que ya conocéis a estos simpáticos personajes, tampoco viene mal refrescaros la memoria de vez en cuando.

Los pitufos son unos entrañables personajillos azulados creados por el dibujante belga Pierre Culliford, más conocido como Peyo. Se publicaron por vez primera en el semanario “Le Journal de Spirou”, el 23 de octubre de 1958, en una historia titulada La Flûte à Six Schtroumpfs (La flauta de los seis pitufos), aunque no llegaron a nuestro país hasta 1969, once años después de su nacimiento.

Los pitufos viven en el bosque, en el interior de las setas. Todos son del mismo tamaño y color, y usan las mismas vestimentas. Carecen de nombre propio, llamándose unos a otros por sus virtudes o defectos: Papá Pitufo (que es el líder), Pitufo Bromista, Pitufo Valiente, Pitufo Goloso, Pitufo Gruñón, etc. Los villanos de turno (porque siempre tiene que haberlos) son el brujo Gargamel y su gato Azrael.

El éxito de los personajes de Peyo estaba asegurado y sus pitufos subían como la espuma, tanto, que no tardaron en protagonizar sus propias aventuras largas, para más tarde ser adaptados a una serie de animación, diversas películas y algunos videojuegos. En 1965, los pitufos se pasaron al largometraje en la película Les aventures des Schtroumpfs, con guión de Yvan Delporte y el propio Peyo.

Entre 1981 y 1990, se pasearon por la televisión de la mano de la productora Hanna Barbera (responsable de series tan emblemáticas como Los Picapiedra, Los autos locos, Scooby Doo, etc.), en la serie Los pitufos (conocidos en América como The Smurfs), protagonizando un sinfín de episodios de lo más divertidos.

En 2011, dieron el salto a la gran pantalla, con una película del mismo nombre y, en la cual, se combinaba imagen real con los personajes creados por ordenador.

Los pitufos se llamaron originalmente Schtroumpfs (en francés), aunque en España se conocieron como pitufos. Miguel Agustí, redactor jefe de la revista “Strong”, fue el responsable de su nombre en español. Tras varias semanas buscando un nombre adecuado, le vino a la cabeza el personaje de Patufet (muy conocido dentro del folclore catalán y cuyo nombre también sirvió de cabecera para una revista de la preguerra).

Aunque fueron bautizados como pitufos, en la revista “TBO” aparecieron durante un tiempo con el nombre de Los Tebeítos, a mediados de los años setenta.

Si no me equivoco, el último álbum que Peyo realizó de sus entrañables personajes fue Le schtroumpf robot (El pitufo robot), de 1988.

Peyo falleció en Bruselas, su ciudad natal, el 24 de diciembre de 1992, y sirva este dibujo como mi más sincero homenaje a uno de los grandes de la historieta europea.


2 comentarios:

  1. Como siempre nos muestras el gran talento que tienes para tus dibujos. En este caso, no importa si el personaje es una versión tuya adaptada de uno conocido (como es el megapitufo), como si es de uno inventado que siempre clavas el escenario. También hay que destacar lo mucho que se suele aprender cuando se lee la introducción a la historieta. En este caso, un homenaje a la famosa serie de dibujos. ¡Enhorabuena!

    ResponderEliminar
  2. Hombre, el pitufo va con toda su buena intención.
    Excelente trabajo como siempre amigo.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar