domingo, 20 de octubre de 2013

CRÓNICA DE UN VIAJE A VALENCIA, 2ª PARTE (Y ÚLTIMA). HACIENDO EL INDIO, de Francisco Ibáñez



Ahora sí. Después de dejaros durante 7 días con la miel en los labios, ha llegado el momento de desvelar el misterio. A Ibáñez se le pusieron los ojos como platos cuando vio aquello. Y no le puse un ejemplar de la revista Playboy para que inmortalizara allí su firma, no señor. Aquello que protegía incluso arriesgando mi vida era una tira original de una antiquísima serie suya titulada Haciendo el indio.

El maestro se llevó las manos a la cabeza y exclamó: ¡Hace un momento me han traído otro de estos para que lo dedicara! Y se me puso cara de interrogante. ¿Era posible que hubiera dos personas en aquella interminable cola que le presentaran a Ibáñez una tira de la misma serie? Y luego dicen que hay que creer en la casualidad. 




Después el maestro matizó que lo que le habían llevado no era un dibujo original, sino el ejemplar donde se publicó aquella tira suya. Aún así, no salía de mi asombro. 




Esto se publicó allá por el 53 o 54 en el diario “La Prensa”, matizó el maestro. Aunque aquel original que yo le llevé es algo más moderno de lo que Ibáñez me aseguró (probablemente, de 1955), demostró conservar una memoria de elefante.

Agarró su rotulador (en realidad no lo soltó en ningún momento) y me dedicó aquella joya que ya está cerca de cumplir los 60 años. Y prácticamente arrastrados por la tercera tanda de fans que esperaban detrás de mí, abandonamos aquel salón de actos entre la alegría de haberme vuelto a encontrar con Ibáñez y la decepción por la mala organización de Fnac. 




Y salimos al exterior a respirar aire fresco (aunque el bochorno que hacía a las 19:00 horas era de campeonato). El tren salía dirección Murcia a las 20:36 horas, así que aún teníamos un rato para relajarnos y descansar. Y así lo hicimos.

Cuando estábamos a poco más de una hora de emprender nuestro viaje de regreso, entramos a un supermercado de esos tan famosos y tan valencianos (sin nombres) y compramos algo para la cena. A las 20:10 horas, camino de la estación de Renfe, volvimos a pasar por delante de la Fnac y la cola aún ocupaba aquella pisoteada acera. Miré a mi mujer y ella me miró a mí, y ambos pensamos lo mismo: seguro que el último se queda sin dedicatoria, ya que el horario de las firmas era de 18:00 a 20:00 horas.

A las 20:30 horas cogimos nuestro vagón (el número 8), y 6 minutos más tarde, el tren se puso en marcha camino de mi ciudad natal, la cual, me vio pisar sus calles a las 23:45 horas cargado con mi bolsa de cómics, mi cámara de fotos y aquel plano, ya bastante arrugado, sacado de Internet.

FIN



2 comentarios:

  1. Enhorabuena por haber visto al Maestro otra vez en persona y por conseguir sorprenderle.
    Ah, y gracias por compartirlo
    Un saludo.

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  2. La tira "El Asalto" que se ve en la imagen corresponde a "La Hora del Recreo" nº 48 29-XI-53 suplemento del diario Levante. Aunque se publicó antes en "A Todo Color" nº28 18-VI-53 suplemento del diario "La Prensa"

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