Detengámonos hoy en la página
número 4 de esta aventura que llevó por nombre Drogas en Egipto. Aquel piloto que fue enviado como refuerzo, tras
observar cómo, sin tiempo que perder, algunos hombres subieron a bordo de
varios helicópteros misteriosos bultos, decidió iniciar una frenética
persecución que le guiara hasta el lugar de destino de aquella peligrosa
mercancía.
Tras 5 largas horas de sigiloso
vuelo, donde el piloto trató por todos los medios no ser descubierto por los
maleantes, aquellos aparatos aterrizaron, por fin, sobre un buque mercante que
les aguardaba en alta mar llamado Kolnok, embarcación donde los traficantes
ocultaron la droga y se disponían a transportarla hasta el lugar señalado. Sugar,
que fue informado de todo cuánto ocurría a cada instante, lejos de quedarse de
brazos cruzados, decidió tomar medidas. Cada día estaba más cerca de llegar al
final del caso.
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