A tan sólo una página del final,
hoy toca el turno de centrarnos en la número 7. Tal y como vimos en viñetas
anteriores, el malvado señor Bigotillo planea secuestrar al bebé del archimillonario
señor Tramús si éste no le hace entrega de un millón de las antiguas pesetas
(lo que hoy serían unos seis mil euros).
Por suerte, el padre de la
criatura pone el caso en manos de Cartapacio y Seguidilla, detectives de medio
pelo pero con una gran imaginación y unas exorbitantes habilidades para
conseguir salir, siempre, airosos de cualquier situación. Enseguida, ambos se
ponen manos a la obra ideando un ingenioso plan para capturar a su enemigo.
Como cabe esperar, su invento funciona a la perfección y el señor Bigotillo cae
en manos de la justicia, no sin antes, llevarse una buena colección de
mamporros.
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