Segunda plancha y última de esta
aventura de dos páginas protagonizada por ese particular cigüeño parlanchín y
publicada en el número 1 de la revista “Don
Clap”. Con el objetivo principal de que todos los protagonistas de esta
publicación debían ser animales con comportamientos propios de seres humanos,
llegó el momento de tirar de la cama a mis adormecidas neuronas y ponerlas a
trabajar a destajo. A partir de ese momento, empecé a tomar notas de la que
sería mi propia historieta de Clap el cigüeño.
Tras barajar varias ideas, y
descartar otras tantas, finalmente me decanté por la que, instantes después,
empecé a llevar a cabo. Una historia dinámica, divertida y apta para todos los
públicos; ése fue mi propósito desde el primer momento hasta el último.
Tanto
quise cuidar el aspecto infantil de mi trabajo que, en el último momento,
cuando me hallaba inmerso en el proceso del entintado, me tomé la libertad de
modificar un pequeño detalle incluido en la última viñeta de esta página,
autocensurándome antes de que mi cabeza pudiera rodar colina abajo. Esta
insignificancia quedó inmortalizada en un primer escaneo que realicé de la
página una vez acabado todo el dibujo a lápiz, la cual, expongo a continuación,
simplemente, como dato curioso.
Boceto a lápiz en el que podemos ver al bebé hipopótamo haciendo pis en una esquina.
En la versión final fue desechada esta idea, posando las cuatro patas del animal sobre tierra firme.
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