Tercera entrada dedicada a
desempolvar aquellos antediluvianos trabajos realizados por un servidor en una
época muy, pero que muy productiva, que me sirvió de escuela para forjarme en
el dibujante que hoy soy. Cientos y cientos de personajes, de distinta
naturaleza y religión, fueron llenando mis páginas a un ritmo de vértigo a lo
largo de unos años en los que las ideas y el tiempo para llevarlas a cabo
caminaban juntos de la mano.
Hoy redescubro una serie que
incluso yo había dado por perdida. Dynamite
Headdy no fue un personaje mío, sino que lo cogí prestado de un videojuego
bautizado con el mismo nombre. Puesto a la venta por la todopoderosa Sega en
1994, quedé tan fascinado por el mundo que en él se plasmaba que decidí
realizar mi propia versión y trasladarlo al papel en esta historieta que,
debido a la sobrecarga de trabajo que soportaba en aquella época, quedó
inconclusa triste e irremediablemente.
Headdy es un individuo que se
defiende de sus enemigos lanzándoles su propia cabeza, la cual, flota sobre sus
hombros como por arte de magia sin ningún nexo de unión a su cuerpo. El malvado
Dark Demon (siempre tiene que haber alguien que meta el dedo en la llaga)
tratará de hacerle la vida imposible, capitaneando a su temido ejército de
marionetas para lograr acabar con la vida de Headdy, su principal objetivo. Al
final de la historia, como es lógico, el protagonista logra derrotarles y
proclamarse vencedor.
Esta historieta fue realizada en 1996, a la temprana edad de
15 años. Al quedar inacabada, desconozco de cuántas páginas hubiese estado
compuesta, pero, viendo los formatos que utilizaba en aquella época, bien pudo
constar de 44 o 56 páginas. La historia que en ella se relataba era bien
sencilla: Muldk inventa una máquina del tiempo para trasladarse a cualquier
lugar o época, pero, debido a un fallo de última hora, todo sale mal y sus
planes se vuelven a la inversa. Es decir, el cacharro en cuestión actúa como un
túnel del tiempo para trasladar desde cualquier espacio y tiempo hasta su
mundo. Uno de estos improvisados viajeros es el propio Headdy, quien se luce
ante la atónita mirada de estos dos mostrando algunas de sus cualidades y
métodos de lucha. Pero Headdy no viaja solo. Su acompañante no es otro que su
peor archienemigo Dark Demon, quien emplea a sus temidos y diabólicos muñecos
para aniquilar a nuestro héroe.
Todo esto quedó narrado en 6
páginas y media, pues la número 7 jamás se terminó, dando por zanjada la
historia. Una pena; volviéndola a leer ahora, en nuestros días, después de
mucho tiempo, me he dado cuenta de que hubiese resultado un gran álbum digno de
haber sido completado.
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