Joan Boix y su legendario
personaje Jonathan Struppy son los verdaderos protagonistas de la entrada de
esta semana. Ambos estuvieron presentes en la celebración organizada por el 5º
aniversario del blog, y un servidor, agradeciendo su asistencia, les devuelve
el favor dedicándoles estas líneas.
La agenda profesional de Boix se
hallaba (y se halla) al borde del colapso en el momento en que recibió mi
invitación. Poner punto y final a The mystery
at Ivy Crown, la última historia de 32 páginas protagonizada por The
Phantom (a partir de ahora, las aventuras de este personaje constarán de, al menos, 10 páginas menos),
llevar a cabo numerosos encargos realizados por fans y amigos, y la elaboración
de varias portadas a color para una revista italiana ocupaban todo su tiempo.
Aún así, Boix aceptó mi petición con los brazos abiertos y siempre
agradeciéndome por haberle invitado a colaborar en aquel acto venidero. Lejos
de realizar cualquier esbozo a lápiz para poder continuar con su trabajo, Joan
Boix, demostrando su gran profesionalidad, se sentó cómodamente a trazar una
magnífica ilustración protagonizada por Jonathan Struppy (del que se ha
publicado recientemente un álbum integral reuniendo toda su obra) en la que no
falta detalle. Como simple curiosidad apuntaré que, sólo para pasar ese dibujo
del lápiz a la tinta, necesitó una jornada completa, empleando, únicamente, plumilla.
Boix le puso muchas ganas a la presente ilustración y eso queda latente, y
mucho, en el resultado final de la página.
Cubierta del álbum integral de El Condenado del Faro publicado por Aleta (Imagen: Joanboix-Art).
(Imagen: archivo personal).
Joan Boix (Joan Boix i
Solà-Segalés) nació en Badalona el 24 de junio de 1945. A los 14 años, abandonó
los estudios para trabajar en un comercio familiar.
En 1961, y ya con la idea de
querer dedicarse de lleno al dibujo, presentó varias páginas en Editorial
Bruguera, aunque no fue hasta el año siguiente (marzo de 1962) cuando esta
editorial le brindó la oportunidad de publicar su primera aventura titulada Un muchacho tímido en la revista “Sissi Juvenil”. Para esta misma
revista, Joan Boix creó su segunda obra: El
despertar de una pesadilla. También para Bruguera, ilustró novelas del
Oeste, policíacas y de terror.
(Imagen: El Desván del Coleccionista).
Posteriormente trabajó para
Ediciones Toray (editorial barcelonesa fundada en 1945 y que permaneció en
activo hasta 1999), colaborando en distintas publicaciones de la casa como “Hazañas Bélicas”, “Azucena”, “Babette”, “Rosas Blancas”, “Salomé” o “Serenata”.
Todos estos trabajos estaban firmados como Juan Boix, rúbrica que utilizó hasta
principios de los años 80.
(Imágenes: El Desván del Coleccionista).
En 1965 fundó su propio estudio
de dibujantes en su ciudad natal: Boix Studio, uno de los primeros que
surgieron en Europa. Allí trabajó como profesor de dibujo artístico, pintura y
cómic.
En 1966, al mismo tiempo que
trabajaba para Bruguera, empezó a publicar para Galaor (editorial ubicada en
Barcelona y que fue fundada en 1963, la cual, cerró sus puertas en 1970). Para
esta nueva editorial, Boix colaboró en “Batallas
Decisivas” y creó, en 1968, “La Tierra del Futuro”, una
serie de aventuras de la que también se encargó del guión y que quedó
incompleta (se publicaron 8 capítulos) debido al prematuro cierre de la
editorial.
(Imágenes: El Desván del Coleccionista).
Poco después, en 1969, Joan Boix
empezaría a publicar más allá de nuestras fronteras a través de las agencias Bardon
Art y Selecciones Ilustradas, abordando temas tan dispares como el romántico,
el western o el bélico.
En 1971 se especializó en la
historieta de terror y empezó a publicar en “Dossier
Negro”, “S.O.S.”, “Creepy”, “Terror Gráfico” y “Pánico”.
Es en esta época cuando el autor plasmó una madurez absoluta en sus obras,
creando unos dibujos muy elaborados y jugando como nadie con los claroscuros y
las sombras.
(Imagen: Pinterest).
(Imagen: El Solitario de Providence).
(Imagen: Encontretuslibros).
En 1976, y con una carrera
profesional más que consolidada, Joan Boix toma la decisión de enfrentarse a
proyectos más personales. De ahí nació Robny el Vagabundo, serie que tuvo una
gran acogida en el extranjero y que le abrió las puertas para recibir numerosos
proyectos. Al mismo tiempo, para nuestro país empezó a publicar en revistas
como “Spirit” y “Senda del Cómic”.
(Imágenes: Joanboix-Art).
Ya en los años 80 (década en la
que el cómic para adultos se encontraba en todo su esplendor), colaboró en las
revistas “Zona 84”, “Comix Internacional” y “Totem” (creando historietas eróticas),
a la vez que seguía publicando para el extranjero. Es en esta década cuando
Boix trabajó en los seriales de Masters del Universo, She-Ra, Princess of Power,
Jem, Tara y Tobías, Arsat, etc.
En 1982 creó otro de sus
proyectos más personales: Jonathan Struppy, el condenado del faro, personaje
del que creó sólo tres aventuras desde su nacimiento hasta 1993 debido al
enorme volumen de trabajo que Boix soportaba en esa época. El resto de
historias fueron creadas poco a poco, aprovechando los huecos libres de su
agenda y sin ninguna presión, hasta 2004, fecha en la que se data el último
capítulo.
(Imágenes: Joanboix-Art).
En 1989 empezó a trabajar en
series como Kerry Drake y Lefty Drake. Poco después también ilustró las
aventuras de Mentalman.
(Imágenes: Tebeosfera).
En 1993 es seleccionado para dar
continuidad al mítico héroe de los años 30 The Phantom, en la publicación “Fantomen”, personaje del que se ha ido
ocupando hasta nuestros días.
Una de las varias páginas de muestra que Boix realizó en 1993 de El Hombre Enmascarado y con la que consiguió el trabajo en esta serie.
Portada de la última aventura de The Phantom dibujada por Boix y que aún permanece inédita (Imágenes: Joanboix-Art).
Desde 2006, y hasta 2009, Joan
Boix volvió al género erótico con la serie Sex Circus, publicada en la revista “Penthouse Comix”. También inició su
colaboración con una editorial italiana, para la cual, se ocupa de ilustrar
algunas portadas con chicas ligeras de ropa para varias de sus revistas,
trabajo que realiza siempre que El Hombre Enmascarado se lo permite.
(Imágenes: Joanboix-Art).
En 2010 se encargó de la
realización de la que, hasta ese momento, era la última aventura de El Capitán
Trueno, titulada El último combate.
No era la primera ocasión en la que Boix trabajaba con este personaje. Varios
años antes, concretamente en 1989, realizó un cuadernillo al más puro estilo de
los que se publicaron en Bruguera que llevó por título: Cita en Córdoba.
(Imagen: Joanboix-Art).
(Imagen: Tebeosfera).
Concluido este generalizado
repaso a gran parte de su trayectoria profesional, nos hallamos en el momento
más idóneo para ponernos a recordar una entrevista que formulé a Boix hace ya
un tiempo y que publiqué en este blog el 23 de abril de 2013. Nunca hubiera
imaginado entonces que aquel fortuito encuentro con este autor sirviera como pistoletazo
de salida a una amistad que se ha ido consolidando con el paso del tiempo.
Para todo aquel que no conozca
las respuestas que este dibujante de reconocimiento internacional nos regaló en
su día, vuelvo a brindar una nueva oportunidad para que podamos maravillarnos
surcando los infinitos universos creados por Joan Boix.
1ª-
Hablando un poco de tus inicios, empezaste a publicar en Bruguera allá por 1961
en la revista “Sissi Juvenil”. ¿Qué
recuerdos guardas de aquella época y cómo conseguiste aquel trabajo?
Si me permites, contestaré
primero a la segunda pregunta. Me presenté en el estudio de Bruguera que regía
Luis Casamitjana con una carpeta y un montón de dibujos. Tenía poco más de 15
años. Luis me dijo que yo prometía, pero que debía practicar unos tres meses
(aproximadamente) y prepararme más a fondo. Pasado ese tiempo, volví a su
estudio y mis nuevas muestras le gustaron e hizo que me quedara. Así que me
presentó a los dibujantes allí presentes bajo mi completo asombro y alegría.
Eso era en el año 1961, y dibujé mi primer trabajo: un guión para “Sissi Juvenil”, que se publicaría en
1962.
2ª-
¿Hasta qué punto llegaste a conocer a los demás dibujantes de esta editorial?
¿Con cuál o cuáles te llevabas mejor?
No había distinciones; allí todos
nos llevábamos bien. Recuerdo con nostalgia a Ariza, Mascaró, Font, Juliana
Buch, Zesar… y otros tantos cuyos nombres he olvidado.
3ª- ¿Qué
autor o autores han marcado un antes y un después en tu carrera?
En mis inicios, Alberto Breccia,
Alex Raymond, A. Del Castillo, Stan Drake, en fin, los clásicos. Nunca me
interesó Milton Caniff, tal vez porque veía desproporciones en sus figuras y yo
soy un buscador de la perfección en la anatomía humana. Hoy en día, reconozco
la valía de este gran autor.
4ª- De
todos los géneros en los que has trabajo, ¿con cuál te sientes más cómodo a la
hora de crear tus páginas?
No sabría especificar uno en
concreto. Si acaso, donde abunde el paisaje: mar, rocas, árboles retorcidos…
Eso abunda en mi personaje Jonathan
Struppy, el Condenado del Faro. También me gustan los ambientes del S. XVII
- XVIII.
5ª- Has
creado y dibujado infinidad de personajes, dotando a cada uno de ellos de una
personalidad y carisma distintos. ¿Cuál es tu favorito y por qué?
Me quedo con los creados por mí: Robny, el Vagabundo y el citado Jonathan Struppy. Seguirían The Phantom (El Hombre Enmascarado), y
por admiración a Ambrós, El Capitán
Trueno. También Tarzán…
6ª- ¿A
qué personaje del cómic te gustaría enfrentarte y aún no lo has hecho?
El comentario de un amigo en mi
blog hace poco, me dio qué pensar… Me habló de mi facilidad por recrear
personajes de tebeos y me preguntó si alguna vez había dibujado a El Príncipe Valiente. Le contesté que
no. Realmente, es interesante de dibujar y yo nunca he caído en ello.
7ª- ¿Qué
es lo más extraño que te han encargado? ¿Y lo más complicado?
Todo puede parecer extraño o
complicado, pienso que según el nivel de preparación de cada uno.
8ª-
¿Cómo te sientes más cómodo, trabajando con guiones propios o ajenos?
Propios, indudablemente.
9ª- Eso
de sentarse frente a una hoja de papel en blanco y que no brote ninguna idea
nos ha pasado a todos, imagino que a ti también.
Nunca he sentido esta sensación o
bloqueo ante una hoja en blanco. Mira, yo empiezo cada página sólo con la hoja
en blanco en mi mesa, el lápiz y la tinta. No hay nada más. Ni un solo cómic,
ni libros ni nada. Trabajo todo de memoria y sólo me documento cuando es
necesario (un país, un vehículo, trajes o fondos de época, etc.)
10ª- Tu
dibujo de He-man y los Masters del
Universo es impresionante. ¿Te han venido viejos recuerdos a la mente
mientras que lo trazabas?
Me acordé de ellos cuando los
dibujé junto a She-Ra, Princess of Power.
Por desgracia, no tengo un solo original. Hice estos trabajos para Escocia a
través de la agencia S.I. (Selecciones Ilustradas), y bueno… lo dicho.
(Imagen: archivo personal).
11ª-
¿Podrías explicar, brevemente, cuál es tu sistema y organización de trabajo?
¿Cómo es un día cualquiera en la vida de Joan Boix?
Muy normal; no tengo horario
fijo. Trabajo unas 8-10 horas al día; lápiz por la mañana, tinta por la tarde.
Detesto hacer una historia completa sólo a lápiz para luego pasarla de un tirón
toda a tinta.
12ª-
¿Qué cómics te gusta leer y cuáles recomendarías?
¡Son tantos!… pero más que
leerlos (por falta de tiempo, claro) saboreo los dibujos de los cómics que
compro, y… son muchos. ¿Recomendar alguno? Los hay tan variados, buenos y
malos, que en mi opinión es el lector quien debe saber elegir la línea que le
gusta a la hora de entrar en las librerías.
13ª- Con
tanta tecnología y tanto cacharro electrónico que tenemos hoy en día, ¿cómo se
ve el futuro de la historieta impresa en papel?
Ah, yo soy optimista y siempre
voto a favor de tener los cómics en las manos y, mientras los ojeo, me dejo
llevar por ese olor tan característico del papel… del papel salido de la
imprenta. No hay sensación igual.
14ª- Y
como broche final a esta entrevista, ¿algún consejo para todos aquellos autores
de cómics que nos encontramos al principio de una larga carrera?
No desistir nunca. Ante todo,
luchad hasta el final. Es necesario mucho sacrificio y fuerza de voluntad. Sólo
así se llega a la meta propuesta. Ya sabemos que es una profesión muy dura…
incluso lo es cuando eres una firma. Esto es así, pero nada de desánimo,
muchachos. Luego viene la satisfacción de haber logrado llegar a dónde uno se
había propuesto… y eso no tiene precio. ¡Ánimo y adelante!
Original de Joan Boix realizado y dedicado expresamente para este blog.
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