Continuando con estas interesantes
y aplaudidas entradas dedicadas a seguir recordando aquel (cada vez más lejano)
5º cumpleaños de este humilde blog, y haciendo memoria de los amigos que
engrandecieron el evento con su siempre admirable y honrada presencia, hablemos
hoy del siguiente autor que figuraba en aquella lista repleta de nombres de
algunos de los más grandes dibujantes de historietas.
Joaquín Cera, el creador de
Pafman, ese patoso superhéroe nacido, criado y residente en Logroño City,
aceptó encantado mi invitación y no dudó en unirse al elenco de autores que
desfilaron por aquel homenaje celebrado hace ya casi 30 días. Tras Enrich, Ibáñez y Rovira, ha llegado el momento de
conocer un poco más de cerca al gran Cera. Para ello, y como ya viene siendo
habitual a lo largo de estas últimas semanas, expongo unas cuantas pinceladas
de una biografía encargada de transportarnos al pasado, presente y, por qué no,
futuro profesional de este genial historietista, clausurando este especial con
esa anhelada entrevista que todo el mundo espera hallar al pie de estas líneas.
Sin más
preámbulos, empecemos...
(Foto: Cortesía del autor).
Cera (Joaquín Cera Barrios) nació
en Barcelona en 1967. Aunque, con toda probabilidad, empezó mucho antes a
llenar folios con sus primitivos personajes, entre 1984 y 1985 recibió
lecciones sobre el mundo de la historieta en la Escuela Joso (fundada
en 1982 por el dibujante del mismo nombre).
Sus primeras páginas publicadas
fueron para la desaparecida Editorial Bruguera, más concretamente, en la
sección Los bebés de la historieta (aparecida en la revista “Mortadelo Especial”), pasando a formar
parte de la plantilla de la editorial cuando ésta ya se encontraba al borde del
abismo. Tras el cierre definitivo de Bruguera, Cera ficha por Ediciones B
(heredera de la antigua editorial) en 1987, realizando páginas de diversos
personajes para varias revistas de la nueva casa. Sólo unos pocos años más
tarde, entrada la década de los noventa, el trabajo empezaba a acumularse sobre
su mesa, llegando a publicar sus páginas en las revistas “TBO”, “Súper Mortadelo”
y “Súper Zipi y Zape”, coincidiendo
con monstruos de la historieta como Jan, Raf, Escobar o el mismísimo Ibáñez.
Fue entonces cuando vieron la luz Pafman o El Dr. Pacostein, personajes tan
divertidos como entrañables, así como un buen número de páginas en colaboración
con otro de los dibujantes estrella de Ediciones B: Juan Carlos Ramis. Tras
varios años de reconquista, la crisis empezó a amenazar desde lo alto y las
revistas publicadas por Ediciones B entraron en vías de extinción. En 1996, y
tras la total desaparición de todas estas publicaciones, casi todos los
dibujantes de la casa, excepto Jan e Ibáñez, fueron despedidos. A partir de
aquí, la editorial se centró únicamente en la publicación de álbumes,
fulminando todas sus revistas.
Pafman (Imagen: Malasiesta.blogspot.com).
Dr. Pacostein (Imagen: Cachislamar.com).
Tras su despido, Cera encontró un
hueco en el mundo de la televisión, trabajando como guionista del programa “Con
mucha marcha”, presentado por Leticia Sabater, y en varias series de dibujos
animados de la productora Neptuno Films. Cierto día, y con las miras puestas en
resucitar a Zipi y Zape, Ediciones B volvió a llamar a su puerta. Así pues, y
contando con la colaboración de su buen amigo Ramis, los hermanos más famosos
del mundo del cómic volvieron a la palestra a lo largo de 8 únicos números,
volviendo a desaparecer sin previo aviso. Pero el tándem Cera-Ramis seguía en
activo, dibujando páginas de otros de sus personajes más gamberros y longevos:
Los Xunguis, unos (nada) amigables extraterrestres que acaban liándola parda
allí por donde pisan y que vieron la luz, por vez primera, en 1992.
Zipi y Zape (Imagen: Iberlibro.com).
Los Xunguis (Imagen: Edicionesb.com).
En 2004, y tras varios años de
hibernación, todos aplaudimos el esperado regreso de Pafman, el superhéroe más
alocado del panorama nacional (con permiso de su amigo Superlópez). Pero las
alegrías duraron poco, ya que, la misma editorial que propuso su relanzamiento,
algunos números después, ordenó su lapidación. Una lástima.
Pafman nació en 1987, en el
número 5 de la revista “Mortadelo”
(su primera historieta se tituló: El secuestro). En sus inicios, sus aventuras
se desarrollaban a lo largo y ancho de dos páginas, pero, dado el éxito del
personaje, éstas pasaron a ser cuatro en poco tiempo. Pafman, el superhéroe
español por excelencia, luchó contra el mal (o lo intentó) e hizo y deshizo
como le dio la gana hasta 1996, año que Ediciones B decidió arrojarlo al fondo
del mar atado a una gigantesca rueda de molino. Pero nuestro héroe, como tal,
logró liberarse de sus ataduras y emergió de las profundidades, llegando de
nuevo a las tiendas en 2004 con una nueva aventura larga: Pafman redevuelve.
"El secuestro", primera aventura publicada de Pafman (Imágenes: Pensión el Calvario).
(Imagen: Pensión el Calvario).
Así, y a lo largo de los años
siguientes, aparecieron los álbumes: La
noche de los vivos murientes (publicado en 2005), Pafman in U.S.A. (2006), Cabezones
del espacio (2007), 1944 (2008), Agente cero cero patatero (2009) y Pafdark, el cabestro oscuro (2010),
todos ellos, de periodicidad anual. Ya en 2011, con el álbum En la tierra mediocre, la serie estrena
nuevo formato y nueva colección, pasando de los tradicionales “Top Cómic” a “Las
crónicas de Pafman”, donde los volúmenes ganan en número de páginas pero
pierden en tamaño y, encima, pasan al blanco y negro. Su siguiente álbum: La aventura del Titaidón, publicado en
2013, es, por el momento, el último publicado del personaje. Lo más lamentable
es que, hasta la fecha, no hay prevista ninguna nueva aventura.
(Imagen: Tebeosfera).
(Imagen: Especiales.publico.es).
(Imagen: Tebeosfera).
(Imagen: Tebeosfera).
(Imagen: Tebeosfera).
(Imagen: Tebeosfera).
(Imagen: Tebeosfera).
(Imagen: Tebeosfera).
Una vez
concluido este breve recorrido que nos ha servido para refrescar nuestras
mentes y/o ampliar conocimientos, demos paso a la parte más esperada de esta
entrada especial que hoy dedico a este autor. Para mí ha sido un honor que
reputados autores como son Enrich, Ibáñez, Rovira y Cera hayan dedicado los
minutos necesarios para sentarse tranquilamente a contestar mis
implacables cuestiones, todas ellas, ansiosas por obtener una respuesta. Como
ha ocurrido con los tres autores anteriores, Cera nos cuenta, de primera mano,
cómo vivió cada etapa profesional de su vida, adornada de
cuantiosas curiosidades, momentos estelares y, sobre todo, bonitos
recuerdos.
Siéntense
cómodamente, aunque también se puede leer de pie, ¿eh?, dependiendo del
gusto de cada uno, y prepárense para escuchar o, mejor dicho, leer las palabras
pronunciadas (escritas) por este gran historietista. Joaquín Cera tiene algo
que contarnos, y nosotros, conteniendo nuestras emociones, escucharemos
atentos...
1ª- Esta
pregunta siempre está presente en todas mis entrevistas: ¿Dónde y cuándo
empezaste a publicar tus primeros trabajos? ¿Qué recuerdos te vienen a la mente
de aquella época?
Empecé como colaborador en la
revista “Mortadelo Especial” de la
entonces aún editorial Bruguera, diría que era el año 1985. Fue un tiempo de
transición antes de que la editorial desapareciera para ser adquirida como
Ediciones B por el Grupo Zeta. Pero lógicamente lo recuerdo con cariño, pues
todo era muy ilusionante y novedoso para un chaval de 18 años y tanto por
aprender. Conocí gente como Jesús de Cos, Matías Guiu, Miguel Pellicer… me
guiaron en mis primeros pasos en la historieta con paciencia, dándome buenos
consejos. Siempre lo agradeceré.
2ª- ¿Cuál
fue tu primer dibujo o página que te publicaron?
Fue para un concurso de una de
las revistas de Mortadelo, que creo que se llamaba “Los Bebés de la Historieta”. Tenía yo
17 años y envié una cosa muy simplona de dos páginas. Pero algo debieron ver,
pues tiempo después me llamaron interesándose por mí.
3ª-
Imagino que ese dominio del lápiz te viene de nacimiento.
Como a la mayoría de autores.
Siempre estaba dibujando, desde que tengo uso de razón. En el colegio tenía los
cuadernos y libros de texto decorados con muñequitos y tonterías. Y como los
compañeros se reían con ellos, eso me alentaba más.
4ª-
¿Cómo era tu vida antes de ser un profesional en el dibujo? ¿A qué te
dedicabas?
A los 15 o 16 años entré en la Escuela de Cómic Joso; y
creo que no llevaba ni un año del curso cuando Joso me ofreció entrar como aprendiz
en su estudio de publicidad. Un mundo también sumamente interesante; a veces
frenético, pero divertido. Combiné después mis primeras colaboraciones en
Bruguera y Ediciones B con ese trabajo. La publicidad gráfica en aquel tiempo
era mucho más artesanal que ahora. Recuerdo esos años felices con
nostalgia.
5ª- ¿A
qué autor o autores admiras? ¿Cuáles te han servido de inspiración?
Reconozco que hace mucho que no
compro cómics. En los tiempos que antes te hablaba sí, tenía gran afición. Pero
tras muchos años haciendo una producción muy intensa comprende que llegara un
momento que me saturase el tema. Al principio, por mi estilo, se nota que me
inspiraba en los de la casa: Ibáñez, Vázquez, Jan… También me gustaban autores
franco-belgas como Franquin. Nunca me limité en cuanto a gustos; admiro a
genios como Moebius, Will Eisner o Hal Foster. Y antes de que se popularizase
aquí, me interesó el manga como el de Toriyama, por ejemplo.
6ª- A
mediados de los ochenta, cuando la editorial daba ya sus últimos coletazos de
vida, empezaste a trabajar para Bruguera. ¿Cómo surgió todo y cómo fue ese paso
a Ediciones B?
Como te dije antes, Bruguera me
conoció en un concurso de noveles. Joso también me animó mucho para que
siguiera presentándoles más cosas. La primera serie que publiqué para ellos se
llamaba Rebuznos en el Espacio, una cosa muy ingenua que denotaba mi juventud e
inexperiencia. Luego vino Pafman. Cuando pasó a ser Ediciones B siguieron
enseguida contando conmigo para que continuara Pafman en la revista semanal “Mortadelo”. Pronto mi producción
aumentaría con muchas más colaboraciones para otras revistas similares.
7ª- ¿Qué
relación tenías con los demás dibujantes de esta casa (Bruguera)?
Los conocí cuando ya era
Ediciones B. Tampoco coincidíamos mucho pues cada uno entregaba un día distinto
de la semana; pero tuve la suerte de conocer a gente como Vázquez (todo un
personaje), Escobar, Raf, Jan, Segura y por supuesto a Ibáñez. No puedo dejar
de mencionar a otros más cercanos a mi quinta como Esegé, Maikel, Marco,
Miguel… todos gente muy maja.
8ª-
¿Junto a qué grande del cómic te hubiese gustado trabajar?
No sabría decir uno en
particular… mis gustos son muy diversos. Lo que juzgo más dudoso es que alguno
de los grandes hubiese querido trabajar conmigo.
9ª- Has
engendrado diversos personajes que han logrado ganarse el cariño del público,
pero, sin duda, el más destacado es Pafman, creado en 1987. ¿Cómo brotó la idea
de su nacimiento?
La escuela Bruguera nunca recabó
mucho en la temática superhéroes, pero en aquel tiempo el Superlópez de Jan era
un gran éxito. Así que Jesús de Cos, entonces redactor de las revistas, pensó
que podría seguir esa línea con otra parodia. Pafman debía ser en principio una
versión cómica de Batman. Pero no hice demasiado caso del referente; haciendo
al final un superhéroe bastante particular, centrándome en el humor absurdo.
10ª-
También dibujaste, junto a Ramis, a dos de los personajes más populares del
cómic nacional. Me refiero, por supuesto, a Zipi y Zape. ¿Cómo fue? ¿Fue por
iniciativa vuestra o por imposición editorial?
Tiempo después de la desaparición
de Escobar, la editorial quiso hacer este intento de continuidad. Tratamos de
respetar el estilo, modernizando un poco los guiones. Pero quizá eran unos
personajes para un público muy dividido: sus lectores de toda la vida puede que
no los concibieran hechos por otro que no fuera su creador, y los niños del
siglo XXI puede que tampoco se sintieran identificados con ellos, ni
modernizándolos.
11ª- Y
después vinieron Los Xunguis, también de la mano de Ramis, esos alocados
marcianitos que la lían parda allá por dónde pisan. ¿En que os inspirasteis
para su creación?
En el clásico marcianito cabezón
de toda la vida, pequeñajo y con no muy buenas intenciones. Con un aspecto más
simpático, pues desde el principio era un producto enfocado a niños.
12ª-
¿Cómo trabaja el tándem Cera-Ramis?
Al ser los dos dibujantes y
guionistas a la vez, no es el típico reparto de uno el guión y otro el dibujo.
Nos repartimos ambas tareas. Por suerte tanto nuestro humor como nuestro estilo
de dibujo es similar. Lo que yo hago siempre es entintar, y lo que hace siempre
Ramis es colorear, que se le da muy bien.
13ª- En
2004, volvió a la palestra el superhéroe más despistado de Logroño City:
Pafman, protagonizando nuevas historietas largas publicadas en una colección
llamada Top Cómic. ¿Qué supuso para ti el retorno de este añorado personaje?
Lo empecé con muchísima ilusión,
tratando de sacarle el máximo partido tanto a mi humor de disparates como al
dibujo. Disponía de más tiempo (aunque no todo el que hubiera querido) para
recrearme más en ambas cosas.
14ª-
Pero, tras nueve aventuras largas, y siempre bajo la excusa de que lo que
mandan son las ventas, el personaje vuelve a desaparecer… para siempre.
Es así, y así hay que asumirlo.
Lo siento mucho por sus lectores, que me consta que son bastantes y sobretodo
muy fieles; pero por una u otra razón no son suficientes para que rente en una
editorial como B. Es comprensible. Publicar y distribuir es caro. Vender en
estos tiempos de aficiones tan variadas es más difícil que antes.
15ª- Por
suerte, Los Xunguis continúan ganándose a su público y siguen saliendo nuevas
aventuras.
De momento sí. Van bien;
últimamente hacemos una media de tres álbumes al año y han encontrado mercado
en otros países. Espero que siga así.
16ª-
¿Algún nuevo proyecto en mente?
Me gustaría cambiar de registro,
siempre relacionado con el humor, que es lo mío. Hacer algo para un público más
adulto, quizá en formato digital. Incluso probar en la narrativa. Ideas,
muchas. Pero de momento nada tangible.
Original dibujado por Joaquín Cera celebrando el 5º aniversario de este blog.
Me ha encantado este post dedicado a uno de mis autores favoritos. Ya era muy bueno, pero fue darle la posibilidad de hacer aventuras largas y son todas geniales. Y gracias a ellas volví a engancharme de forma permanente al cómic tras muchos años de parón. Si hubiese podido publicar diez aventuras más, sin duda se hubiera convertido en una estrella. Pero para mí sí es. Ya le transmití en persona mi deseo de poder ver, algún día, una nueva aventura de Pafman. Da igual hasta que sea en formato digital.
ResponderEliminarPor cierto, en 2008 Cera recibió el encargo de preparar un nuevo personaje para una nueva serie. Cuando parecía que iba a seguir creciendo. Lamentablemente, el contrato no fue satisfactorio y ese misterioso personaje nunca vió la luz. Olvidé preguntarle. Pero se sabe que su profesión no era ni agente secreto ni superhéroe.
Estupenda entrevista Juan A., enhorabuena! y muchas felicidades por ese 5º Aniversario ¡y que vengan muchos más!
ResponderEliminar