Al igual que cuando se anuncia el
estreno de una esperada película, ha llegado el momento de colgar ese cartel
que informa acerca del próximo lanzamiento de mi primera novela de terror y que
da título a esta entrada.
Después de casi dos años de
intensa y continuada lucha, durante los cuales, me habré pateado todas las
editoriales del planeta, hoy me lleno de gloria anunciando que El manuscrito del miedo, mi terrorífica
obra compuesta por siete relatos, verá la luz de la mano de una importante
editorial.
Estas siete historias, cuya
portada e ilustraciones corrieron a cargo del aclamado Joan Boix, han
conseguido despertar después de un largo letargo con más ganas que nunca de
estremecer al lector. Debo advertir que aquí dejé volar (demasiado) mi retorcida
imaginación, llevando el suspense, el horror y, por qué no, el gore más
visceral hasta límites extremos. Soy consciente de que ésta no es una obra
comercial ni apta para todo tipo de público. Desde el primer día que me senté
frente a mi ordenador a redactar el capítulo número 1, era conocedor de que
esta novela estaría enfocada, únicamente, a paladares selectos y a estómagos
blindados, motivo por el cual, la mayoría de editores, al encontrársela sobre
su mesa, se habrán llevado las manos a la cabeza.
Llegados a este punto, contaré
una anécdota (breve) que viene muy a cuento y que muy poca gente sabe. El
primer borrador que hice de El
manuscrito del miedo era algo más “blando” que la versión que, finalmente,
verá la luz en las próximas semanas. Es decir, escribí unas historias menos
viscerales y más de andar por casa pensando siempre en que un día este trabajo pudiera
llegar al público a través de alguna editorial. Mostré aquel borrador a un buen
amigo y escritor de éxito, y éstas fueron sus palabras (textuales): “¿Por qué
escribes un libro pensando en el público? ¿Por qué te preocupas tanto por si
gustará o no gustará? Hazlo como a ti te dé la gana, que para eso es tu obra.
Eres libre. Piensa en ti, y en la forma que quieres contar una historia, nunca
en el lector. Si consideras que metiendo más sangre ese capítulo puede quedar
mejor, pues adelante, mete más sangre”. Sabios consejos los de este amigo, los
cuales, seguí a pies juntillas.
Volviendo al tema que nos ocupa,
exponer que he tratado de reunir, en estos siete relatos, algunos de los
elementos más fundamentales que se pueden hallar en toda buena obra de este
género. Así pues, en El manuscrito de
miedo no se echarán en falta sobresaltos, vísceras, demonios, aberraciones,
muertes, babosas, espíritus, dementes, asesinos, zombis, relámpagos o amuletos
malditos. ¿Qué más se puede pedir?
Sugiero que permanezcáis atentos
a este blog; en breve, iré anunciando nuevas noticias de última hora.
Enhorabuena, afortunadamente en muchas ocasiones el trabajo, la constancia y el talento tienen su recompensa...
ResponderEliminarSaludos.