Tras mostrar en entradas
anteriores los originales de las páginas 6-B y 7-A (con sus respectivos esbozos
y lápices previos), no me gustaría cerrar este capítulo dedicado a Wolframio y
sus fechorías sin antes hacer públicos unos extraordinarios y queridos bocetos
que Jordi David realizó para darle un aspecto definitivo al rostro historietizado
de un servidor, quien se atrevió a hacer una breve aparición en esta
descabellada aventura.
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