CHICAS, de Iñigo
De las casi cuarenta páginas originales que componen
mi museo (debería buscarle nombre algún día), la que os muestro esta semana es
la primera que va dirigida, especialmente, al público femenino.
Bajo el nombre de “Chicas”, hallamos una divertida
página protagonizada en exclusiva por bellas jóvenes, por cierto, de muy buen
ver, y en la que Iñigo, su autor, demuestra todo su talento y su maestría a la
hora de plasmar sus ideas sobre el papel, realizando un dibujo realista muy
conseguido y dominando a la perfección la esbelta figura de la mujer.
A continuación, y como ya viene siendo de costumbre
cada vez que presento a un nuevo autor, os dejo con unas cuantas pinceladas
acerca de la vida y obra de Iñigo con el fin de que conozcáis a otro de los
grandes de la historieta nacional. Atentos, pues…
Iñigo (Ignacio Hernández Suñer), nació en
Granollers, Barcelona, el 30 de noviembre de 1924. Como todo buen dibujante,
Iñigo nació con un lápiz debajo del brazo, realizando sus propias historietas
desde su más tierna infancia.
Empezó a publicar sobre mediados de los años
cincuenta, realizando ilustraciones en novelas clásicas como: Simbad el marino, Don Quijote de la
Mancha, Viaje al
centro de la tierra o 20.000 leguas
de viaje submarino.
En 1958, entró a formar parte de la plantilla de
Bruguera, lugar donde empezó a publicar sus primeras historietas y chistes de
humor gráfico en revistas como “Selecciones
de Humor de El DDT”, “Blanca”, “El Campeón de las Historietas” o “Can Can”. Por imposición editorial,
Iñigo tuvo que inspirarse, durante los primeros años de su carrera, en la obra
de otro genio: Nadal (del que ya os hablaré en las próximas semanas), imitando
su estilo y creando tiras cómicas protagonizadas por parejas jóvenes o chicas
atractivas. Así nacieron algunas de sus series más conocidas: Robertito y Elisenda, una pareja estupenda,
Heliodoro y Robertita, una feliz parejita
o Chelito y Marisita, ambas con su
parejita, publicadas en las revistas “Sissi”
o “Can Can”.
En 1962, por encargo editorial, creó a su personaje
más emblemático: Lola (rebautizada
posteriormente como Lolita), enfocada
desde su nacimiento al mercado internacional. Empezó a publicarse en nuestro
país justo al año siguiente de su creación en la revista “Pueblo”. A partir de 1975, Bruguera se encargó de recopilar las
tiras de este personaje femenino en una colección de cuadernos. Desde 1984, y
hasta 1997, Lolita se trasladó a “ABC”. Para esta publicación, Iñigo creó
otras series de características muy similares a su Lolita, tales como: Marta y
María (en 1959) y Candela (en
1983), enfocadas al público adulto. Para la revista “Esther”, creó otro personaje femenino: Maica (en 1981), y para “Pecosa”,
creó a Susana (en 1986), ambas
dirigidas a las adolescentes de la época.
Con la intención de alejarse de sus personajes
femeninos, Iñigo creó, en 1981,
a Trotamundo
(esta vez por decisión propia), serie que empezó a publicarse en la revista “Zipi y Zape”, pero que acabó por saltar
de revista en revista, siempre dentro de Bruguera. Tras el cierre definitivo de
la editorial en 1986, Iñigo alternó la realización de historietas y tiras cómicas
con la creación de ilustraciones para novelas como Aladino y la lámpara maravillosa, en 1993.
A mediados de esta década, Iñigo plantea retirarse y
se aleja de cualquier publicación profesional, aunque se conoce que nunca ha
abandonado el dibujo de forma definitiva.
Así pues, os dejo con la página en cuestión para que
podáis disfrutarla.
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