Tras un tiempo de tregua, y tras
mostrar las 13 primeras páginas (incluyendo la de presentación que figura sin
numerar) de la que fue su primera historieta, retomamos a estos míticos
personajes de Segura con una nueva aventura de 4 páginas.
El padre de Teo quiere mandar a
su antiguo Citroën al desguace, mientras que, el propio Teo, se muestra
insistente en querer repararlo. Para ello, avisa al manitas de su tío, Keke,
quien, con los mínimos conocimientos, logra resucitar al marchito 2CV y ponerlo
en marcha. Pero ahí no queda todo. Por si esto fuera poco, consigue, de un modo
que nadie puede explicar (de momento), que el vehículo de marras consuma medio
litro de gasolina en 450
kilómetros. ¿Cómo es esto posible? Si el invento
funciona, le contrataré personalmente para que aplique esta invención a mi
turismo. En los tiempos que corren, no viene nada mal ahorrarse unos céntimos…
En las siguientes páginas hallaréis la respuesta a tan descabellada iniciativa.
Como podréis comprobar a
continuación, tanto en el enorme detallismo de la página como en la minuciosa
reproducción del mencionado Citroën 2CV, estamos ante un Roberto Segura en la
mejor etapa de su carrera, realizando un dibujo muy cuidado que dista, a mucha
distancia, del que realizó en su anterior etapa en Bruguera en series tan
conocidas como La alegre pandilla o Rigoberto Picaporte. Con esto no quiero
desmerecer el trabajo de nuestro autor para la extinta editorial, pero se nota
que aquí, en Grijalbo, trabajaba con mucha menos presión y disponía de más
tiempo para acabar sus páginas.
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