En
los inicios de su carrera (tanto pre-brugueriana como brugueriana), a Ibáñez le
fue adjudicada la continuidad de diversas series creadas anteriormente por
otros dibujantes. De estos encargos nacieron numerosas páginas firmadas por
Ibáñez (de personajes ajenos) que el maestro desarrolló adaptándose, a la
perfección, al estilo de sus autores de origen. Así perduran al paso del tiempo
los ejemplos de Cartapacio y Seguidilla, Nicomedes Camueso, Nicrostato Mochales
y Bob-Ayna y Pat-Acón, todas ellas, series de Emili Boix publicadas en la
revista “La Risa”; Loony, creada por
Alfons Figueras y publicada en “Paseo
Infantil”; o La historia esa vista por Hollywood, que originariamente creó
Vázquez para la revista “Can Can” en
1958.
La historia esa vista por Hollywood, by Vázquez.
Nacida
al mismo tiempo que esta nueva publicación de la editorial Bruguera (desde el
número 0 de la mencionada “Can Can”),
fue dibujada por Manuel Vázquez durante los primeros treinta y un números, pasando
a las manos de Ibáñez desde el número 32 (en 1958) hasta el 108 (ya en 1960),
exceptuando un par de publicaciones que fueron dibujadas por Peñarroya y Conti.
La historia esa vista por Hollywood, dibujada por Conti.
Este
nuevo trabajo encargado al maestro consistía en una especie de biografías
paródicas, tanto de personajes reales como literarios o mitológicos, en donde
nuestro autor demostró que es un auténtico todo terreno en cualquier materia, exhibiendo su gran habilidad para el humor directo plasmado en
chistes sueltos (véase un claro ejemplo en las incontables páginas de la 13,
Rue del Percebe).
Siempre
narradas en una única página, estas particulares biografías poco o nada tenían
que ver con las oficiales, pero eso poco importaba a sus autores a la hora
de llevarlas a cabo. Aquí lo verdaderamente importante era hacer reír al
público. Y punto.
Por
aquel entonces, el estilo del maestro se había empapado (demasiado) del de su
antecesor (Vázquez), así que La historia esa vista por Hollywood continuó
saliendo de sus lápices y tintas sin que apenas se percibiera este cambio de
autoría.
Cabecera de la serie.
Tres de los muchos ejemplos de La historia esa vista por Hollywood made in Ibáñez.
Cabe destacar que, tanto en las páginas elaboradas por Vázquez...
...por Conti...
...o por Ibáñez, se conservó la presencia de este par de individuos, sin llegar a modificarlos en ningún momento a pesar de que la serie recayó en manos de varios autores.
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