El de
esta semana es uno de los varios personajes publicitarios que fueron encargados
a Ibáñez para que los trasladara al mundo de la historieta. En la presente
ocasión, el producto a publicitar no era otro que la Kina San Clemente, una
marca de vino quinado muy popular en la España de los años 60, sobre todo, gracias a su
publicidad en televisión. Esta bebida era recomendada (eran otros tiempos) para
niños débiles y con poco apetito, aunque el detalle de llevar alcohol parecía
que a nadie le importara.
Retrocedamos
en el tiempo y situémonos en 1967. El niño Kinito había sido creado por los
Estudios Moro en 1955 (padres también de Don Pedrito (el de Fundador), la
muñeca Blanquita (para Ese), Almendrito (el de los turrones El Almendro), la
calabaza Ruperta del Un, dos, tres, etc.), y le fue asignada a Ibáñez la tarea
de plasmarlo en el cómic.
Un
personaje ya creado por otros limitaba al maestro a la hora de crear sus gags
en las historias venideras (ya que los guiones siempre fueron cosa suya). Aún
así, como acompañante a sus idas y venidas, le endosó a un particular compañero
de viaje: un gato. Aunque este segundo personaje era mudo, hizo las veces de compañero
del popular niño, fuerte y sano gracias a la Kina San Clemente. La
participación del maestro en esta nueva serie (que apareció por vez primera en
la revista “Pulgarcito”) no se
prolongó por mucho tiempo.
Cabecera de la serie.
Kinito.
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