Para los más impacientes,
anunciar que esta semana presento la cuarta y última página de la historia El voluntario. El desenlace de la misma
no puede ser más descabellado y enloquecido.
Rusferto continúa empeñado en hacer
que su cuñado Keke cambie de opinión acerca de su negativa a realizar ese
particular viaje espacial. Durante la frenética persecución, un irritado
Bromúrez se despista y se cuela en el interior de una misteriosa sala, repleta
de monitores y botoncitos. Ipso facto, la puerta de dicha estancia se cierra de
forma inmediata anulando toda posibilidad de escape. En ese mismo instante, el
cohete se pone en marcha y sale despedido hacia las estrellas a una velocidad
de vértigo. ¿Adivinan quién se esconde, atrapado, entre sus paredes? Sí, lo han
acertado…
¿Fin?
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