Una semana más, continuamos
mostrando aquellas ilustraciones que sirvieron para dotar el blog Recetas de Lulú Siniestra de un toque
especial. Su creadora y autora de todos los platos que ahí se lucen, tuvo el
buen hacer de encargarme un nuevo dibujo, y un servidor, obediente, se puso
manos a la obra.
El éxito de dicho blog crecía
como la espuma, aumentando, a velocidad de vértigo, el número de seguidores y
de visitas. Así que, para esta ocasión, había llegado el momento de mostrar a Lulú
en su hábitat natural, es decir, entre los fogones de su cocina. Y claro, una
cocinera de su talla no se conforma preparando un sencillo guiso de lentejas
con chorizo ni una buena paella cargadita de bichejos marinos, así que el plato
que llevaba entre manos en ese momento era el de misino a las finas hierbas. El
pobre animal, cual aterrada langosta antes de pasar a mejor vida en el interior
de una cazuela, trata de salvar el pellejo a toda costa. Aún no tengo demasiado
claro si dicho plato llegó a ejecutarse o no, pero lo que sí puedo afirmar es
que el número de gatos se ha visto reducido desde que esa tal Lulú llegó a la
ciudad. Que tiemblen los chinos…
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